4-Tren.

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El cielo de Tokio se pintaba de colores suaves mientras el sol descendía hacia el horizonte, anunciando el fin de otro día. Utahime Iori estaba de pie frente a la estación de tren, con su equipaje a su lado y una expresión serena en el rostro, aunque sus ojos brillaban con una mezcla de satisfacción y determinación. Itadori Yuji, aún ruborizado por los eventos de la noche anterior, la acompañaba, despidiéndose con la misma energía que siempre irradiaba.

Itadori: Gracias por todo, Utahime-sensei -dijo con una sonrisa amplia, su cabello despeinado por el viento que soplaba suavemente-El entrenamiento fue increíble, y bueno... la cena también lo fue-

Utahime le devolvió la sonrisa, aunque sus ojos mostraban una calidez más profunda, más personal.

Utahime: Me alegra que lo disfrutaras, Yuji-respondió con suavidad-Pero antes de irme, hay algo que quiero proponerte-

Yuji la miró, curioso. Utahime lo observó por un momento, como si estuviera sopesando sus palabras cuidadosamente.

Utahime: He estado pensando, Yuji...-comenzó, con un tono más serio-Kioto tiene un ambiente diferente al de Tokio, más tranquilo, y creo que te beneficiaría estar allí. Podrías enfocarte mejor en tu entrenamiento... y en otras cosas-

Itadori parpadeó, sin entender completamente a qué se refería. Utahime continuó, tomando un paso más cerca de él.

Utahime: Quiero proponerte algo, Yuji. Quiero que consideres la posibilidad de trasladarte a la escuela de hechicería de Kioto. Sería oficialmente mi alumno, y podría entrenarte de forma más personal. Además...-hizo una pausa, buscando sus palabras-También podríamos... pasar más tiempo juntos, fuera del entrenamiento. Ver cómo evolucionan las cosas entre nosotros-

Yuji quedó en silencio, procesando la oferta. Era una gran oportunidad desde el punto de vista académico, pero algo en la forma en que Utahime hablaba hacía que su corazón latiera más rápido. Sin embargo, antes de que pudiera responder, el tren que llevaba a Utahime de regreso a Kioto llegó a la estación.

Utahime: No tienes que darme una respuesta ahora, piénsalo-dijo tomando sus maletas- Estaré esperando-

Con una última sonrisa, Utahime abordó el tren, dejando a Yuji con su mente llena de pensamientos y emociones encontradas.

Mientras tanto, en otro lado de la estación...

Gojo Satoru, tras enterarse de la propuesta de Utahime, sintió cómo el fuego en su pecho se avivaba una vez más. ¿Utahime realmente intentaba robarle a Yuji? No solo estaba buscando ganarse su corazón, sino que ahora también lo quería como su alumno. Gojo no podía permitir eso.

Con su característico aire despreocupado, pero con un propósito claro, Gojo compró un boleto y se subió al tren. Utahime no se iba a escapar tan fácilmente esta vez. Era hora de una conversación cara a cara, de mujer a mujer. De rival a rival.

Subió al vagón donde Utahime estaba sentada tranquilamente, mirando por la ventana, perdida en sus pensamientos. Gojo avanzó sin prisa, pero con una determinación que irradiaba desde su figura. Se sentó frente a Utahime sin pedir permiso, su sonrisa usual en los labios, pero con una tensión visible en sus ojos.

Gojo: Vaya, Utahime-comenzó, estirándose perezosamente en el asiento-No sabía que te gustaba robarte cosas que no te pertenecen. ¿Estás bien con eso?-

Utahime no mostró sorpresa al verla, ya anticipaba que Gojo no se quedaría de brazos cruzados. La observó con calma, tomando un sorbo de té antes de responder.

Utahime: No estoy robando nada, Gojo-respondió con firmeza, aunque mantuvo un tono tranquilo-Yuji tiene el derecho de elegir dónde quiere estar y con quién-

Gojo dejó escapar una pequeña risa, aunque en sus ojos había un brillo frío.

Gojo: Oh, claro, Yuji-kun puede elegir. Pero tú lo estás tentando con una oferta muy conveniente. ¿O deberíamos llamarlo manipulación?-

Utahime entrecerró los ojos, su paciencia se desmoronaba rápidamente.

Utahime: No es manipulación-replicó, su voz cortante-Mis sentimientos por Yuji son reales. Lo quiero a mi lado, no solo como mi alumno, sino también como... algo más. Y sé que él siente algo por mí también-La confesión fue directa, sin rodeos, y sus ojos azules se encontraron con los de Gojo, desafiándola a refutarlo-

Gojo se quedó en silencio un momento, las palabras de Utahime cayendo sobre ella como un balde de agua helada. Esa era la primera vez que escuchaba a Utahime admitirlo tan abiertamente. Sus sentimientos eran reales. Pero en lugar de retroceder, Gojo se sintió más decidida que nunca.

Gojo: ¿Algo más, dices?-se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en la mesa que las separaba, sus ojos intensos-Entonces estás dispuesta a luchar por él, ¿eh?-

Utahime no se echó atrás. Sabía lo que estaba en juego, y no iba a dejar que Gojo la intimidara.

Utahime: Haré lo que sea necesario, Gojo. Si eso significa enfrentarme a ti, entonces que así sea. Porque no voy a darme por vencida. Yuji me importa, y quiero que esté conmigo. En todos los sentidos-

El aire entre ambas se volvió denso. El tren seguía avanzando, pero para ellas, el mundo exterior se había detenido. Las dos mujeres, poderosas hechiceras, se miraban fijamente, con el entendimiento claro de que estaban en una guerra por el corazón de Itadori Yuji.

Gojo respiró profundamente, su sonrisa juguetona desaparecida. Por primera vez en mucho tiempo, se sentía verdaderamente vulnerable. Sus sentimientos hacia Yuji eran complicados, mezclados con su instinto protector, pero ahora, con Utahime dejando claro lo que sentía, todo era más difícil.

Gojo: Escucha, Utahime-dijo finalmente, su voz baja y cargada de una seriedad inusual-No voy a permitir que lo manipules, no importa cuánto digas que lo amas. Yuji-kun me importa más de lo que podrías entender. Y si crees que voy a dejar que lo arrastres a Kioto y lo alejes de mí, estás muy equivocada-

Utahime, sin embargo, no se dejó intimidar.

Utahime: No tienes derecho a decidir por él, Gojo. No eres la dueña de Yuji. Él es libre de elegir lo que quiere, y si al final él decide estar conmigo, tendrás que aceptarlo-

Gojo se reclinó en su asiento, mirando por la ventana mientras el paisaje pasaba rápidamente. La conversación había llegado a un punto donde las palabras no servían de mucho. Ahora, todo dependería de lo que Yuji eligiera. Gojo no iba a rendirse, pero tampoco podía ignorar la verdad. Utahime realmente lo amaba, y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa por él.

El tren se detuvo en la siguiente estación, anunciando la partida de Utahime.

Utahime: Nos vemos, Gojo-dijo, levantándose con su maleta en mano-Solo recuerda esto: no importa cuán fuerte seas, no puedes controlar lo que Yuji siente. Si realmente lo amas, tendrás que aceptarlo como es. Incluso si decide estar conmigo-

Gojo la observó mientras se alejaba, su expresión impasible, pero su mente era un torbellino. Sabía que Utahime tenía razón, pero eso no significaba que fuera a rendirse. Si era una guerra de corazones, entonces Gojo estaba lista para luchar.

Entre Tokio y Kioto. (Itadori x Fem Gojo x Utahime)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora