ETERNA [Murder Drones AU Human]

CAPÍTULO CUATRO

. · •「 ░╎Con Cindy╎░ 」• · .

Estuba sentada en el sofá de la sala. Frente de mí, y en una silla un poco más pequeña, estaba Cindy, quien parecía completamente concentrada en dibujar algo en un cuaderno. Era una niña de mirada tranquila en realidad, con una expresión serena y concentrada, lo que hacía que el ambiente fuera aún más incómoda para mí.

Me removí en mi asiento, cruzando y descruzando los brazos, sin saber exactamente qué hacer. No estaba acostumbrada a estar en compañía de niños, mucho menos de una niña tan tranquila como la hermanita de Tessa. El silencio en la sala se hacía cada vez más pesado para mí, casi sofocante, pero no podía encontrar las palabras para romper el silencio.

≪ Sé paciente. Los niños pueden ser difíciles, pero si los tratas con respeto, puede que te lleves mejor de lo que piensas. ≫

Las palabras de Noah resonó en mi cabeza, pero yo no era buena siendo paciente. No lo he sido nunca, y no estaba segura de cómo empezar una conversación con una niña como Cindy, que parecía estar perfectamente feliz ignorándome.

—Entonces... ¿qué estás dibujando?— pregunté al fin, esforzándome por sonar casual y no forzada.

Cindy levantó la mirada por un segundo, como sorprendida de que yo pudiera hablar, y luego volvió la vista a su cuaderno sin responder.

"Genial, ignorada", pensé.

Empezaba a preguntarme por qué había aceptado este trabajo en primer lugar. Pero mi orgullo no me permitía rendirme tan rápido, y tampoco quería parecer incompetente frente a Tessa cuando regrese.

—Eh... —intenté de nuevo—. ¿Te gusta... dibujar?

Esta vez, Cindy levantó un poco más la cabeza, observándome con sus grandes ojos color dorado y curiosos.

—Sí —respondió, con una voz tan suave que casi parecía un susurro—. Me gusta dibujar animales.

Sentí un pequeño alivio al escucharla hablar por primera vez. Tal vez Noah tenía razón después de todo, solo necesitaba ser paciente. Pero la conversación se detuvo tan rápido como había comenzado, y el silencio volvió a llenar la habitación.

Miré a mi alrededor, sintiéndome incómoda de nuevo. "¿Ahora qué?" Me preguntaba, desesperada por alguna señal de cómo conectar con ella. No quería meter la pata o incomodarla.

Entonces, recordé otro consejo de Noah en su tono calmado antes de mandarlo muy lejos (osea a la mierda): "Los niños son más fáciles de llevar si les muestras interés genuino. Y si te escuchan hablarles de sus cosas, suelen abrirse más."

—Así que... ¿Qué animal estás dibujando? —pregunté, esta vez inclinándome un poco hacia Cindy para ver mejor su cuaderno de dibujo.

Cindy giró el cuaderno hacia mí, mostrándome el dibujo. Era un pequeño hámster con grandes ojos redondos, envuelto en una manta diminuta. Arqueé una ceja, tratando de parecer impresionada.