*Ningún one-shot va de acuerdo a su respectiva serie o película. Mi lado Dory olvidadiza, olvido mencionarlo. 🙃*➴➵➶➴➵➶➴➵➶➴➵➶➴➵➶
En el apocalipsis, donde la moralidad se distorsionaba y las lealtades cambiaban con la rapidez de una bala, Daryl Dixon era un hombre de pocas palabras. La vida había sido dura incluso antes de que los muertos comenzaran a caminar, y ahora, en medio de ese infierno viviente, Daryl confiaba en su instinto de cazador solitario. No necesitaba a nadie. O al menos eso creía, hasta que conoció a Simón.
Simón era todo lo contrario a Daryl. Carismático, confiado y sin escrúpulos, formaba parte de un grupo rival que se hacía llamar "Los Hijos de la Horda". Daryl lo había encontrado durante una misión de reconocimiento mientras buscaba suministros para su gente. El primer encuentro entre ambos fue una tormenta de tensiones. Los dos tenían pistolas apuntándose mutuamente, pero algo en los ojos de Simón, un brillo descarado y desafiante, logró desconcertar a Daryl.
—Vaya, el famoso Daryl Dixon —dijo Simón con una sonrisa burlona, sin bajar su arma—. El hombre que nunca sonríe. Un placer.
Daryl apretó los dientes, odiando la facilidad con la que Simón parecía leerlo. Aquel tipo era peligroso, no solo por su habilidad con las armas, sino por la forma en que le revolvía algo profundo, algo que Daryl había mantenido enterrado mucho tiempo.
—¿Qué quieres? —respondió Daryl, sin quitarle la vista de encima.
—Quizá lo mismo que tú —contestó Simón con una voz suave, caminando lentamente hacia él, desafiando la tensión del momento—. Sobrevivir. ¿O es algo más?
El comentario hizo que el corazón de Daryl se acelerara, pero no disparó. En su lugar, retrocedió con la mandíbula tensa, abrumado por una mezcla de rabia y algo que no quería identificar. No en ese momento.
Ambos se separaron esa vez sin derramar sangre, pero esa no fue la última vez que se encontraron. Los encuentros entre Daryl y Simón se volvieron más frecuentes, y cada vez la tensión crecía. A veces luchaban, intercambiando golpes y mordaces palabras. Simón disfrutaba provocando a Daryl, siempre con esa sonrisa socarrona que lo irritaba y, al mismo tiempo, lo atraía de una manera inexplicable. Pero, en el fondo, también había respeto mutuo. Daryl no podía negar que Simón era astuto y fuerte, alguien que sabía sobrevivir en ese mundo despiadado. Simón, por su parte, veía en Daryl una intensidad cruda que lo fascinaba. A pesar de las chispas que saltaron desde el primer encuentro, había algo más profundo creciendo entre ellos, algo que los arrastraba el uno hacia el otro, a pesar de sus diferencias.
Una noche, todo cambió.
Ambos grupos se vieron obligados a aliarse temporalmente contra una amenaza mayor, y Daryl y Simón se encontraron atrapados en un refugio improvisado, con los caminantes golpeando las puertas y el peligro acercándose a cada segundo. Estaban solos, agotados y tensos por las emociones que nunca terminaban de resolver. La confrontación era inevitable.
—¿Qué te pasa, Dixon? —Simón preguntó mientras encendía un cigarrillo, apoyado despreocupadamente en una pared—. Pareces que siempre estás a punto de estallar.
Daryl, que estaba revisando su ballesta, lo miró de reojo, sintiendo el peso de la pregunta. No tenía intención de discutir con Simón, pero esa noche, todo estaba demasiado cargado. Quizá era el cansancio, la soledad o la constante lucha por la supervivencia, pero algo en él cedió.
—¿Y a ti qué te importa? —respondió con una dureza que intentaba ocultar el torbellino interno.
Simón soltó una risa baja y caminó hacia él, con esa mirada que tanto irritaba a Daryl. Se detuvo justo frente a él, lo suficientemente cerca como para que ambos pudieran sentir la tensión en el aire. Daryl lo miró, con el ceño fruncido, como si estuviera decidiendo si golpearlo o hacer algo mucho más impulsivo.
—Me importa más de lo que crees —dijo Simón, con voz suave pero cargada de desafío—. Y no soy el único.
Daryl sintió un tirón en su pecho, una mezcla de rabia y deseo que no sabía cómo manejar.
Simón estaba demasiado cerca, y todo en su interior gritaba que lo alejara, pero en lugar de eso, dejó que el silencio entre ellos se volviera aún más denso. Sin pensarlo demasiado, Daryl lo agarró de la camiseta, empujándolo contra la pared. Simón dejó escapar un suave jadeo, pero no parecía sorprendido ni asustado. De hecho, su mirada se intensificó.
—¿Qué vas a hacer, Dixon? —preguntó Simón, con esa voz ronca que siempre lo volvía loco—. ¿O no te atreves?
El desafío fue suficiente. Daryl, movido por un impulso que no pudo contener, lo besó. Fue un beso furioso, cargado de todo lo que habían estado reprimiendo: el odio, la frustración, la atracción que ambos habían ignorado durante demasiado tiempo. Simón respondió con la misma intensidad, como si hubiera estado esperando ese momento. Las manos de Daryl apretaron la tela de su camiseta, mientras Simón lo rodeaba con sus brazos, profundizando el beso.
El momento fue feroz, lleno de una pasión oscura y reprimida que, en cualquier otro contexto, podría haber parecido peligrosa. Pero allí, en medio de la desesperación y el caos, fue liberadora. Ambos sabían que esto no resolvería sus diferencias ni los haría menos enemigos, pero por una noche, en ese pequeño refugio, dejaron de lado las armas, las lealtades y el rencor, y se dejaron llevar por algo más primitivo.
Cuando finalmente se separaron, ambos respiraban con dificultad, sus cuerpos tensos por la intensidad del momento. Daryl se apartó, todavía procesando lo que acababa de suceder. Simón, con una sonrisa satisfecha, encendió otro cigarrillo.
—Sabía que tarde o temprano cederías —dijo Simón, aunque en su voz había una suave calidez, como si el muro entre ellos hubiera comenzado a romperse, aunque solo fuera un poco.Daryl lo miró, con la misma intensidad de siempre, pero esta vez, en lugar de una mirada fría, había algo más. Algo que no podía negar más.
—Cállate —respondió Daryl, aunque sin la dureza de antes.
Y aunque los caminantes seguían fuera, golpeando las puertas, por un breve instante, el mundo pareció más pequeño, más íntimo. Las heridas del pasado no se curarían de inmediato, y el futuro seguía siendo incierto, pero esa noche, Daryl y Simón encontraron algo en el otro que los mantendría luchando.
![](https://img.wattpad.com/cover/377844445-288-k505801.jpg)
ESTÁS LEYENDO
One-Shots For All
De TodoHistorias cortas. Protagonista masculino. Boys love. Creado a fines de entretenimiento solamente. Pueden hacer pedidos especiales de algún personaje que deseen, ya sea por mensaje privado o en comentarios :) Voten, voten, voten, voten, voten *musiqu...