*Aviso que avisa: Nada es acorde a su respectiva serie o película original*
"Chispas entre Hierro y Acero"
Hassan Malik siempre había sido el mejor en lo que hacía. Como miembro de una unidad de operaciones especiales, su aguda inteligencia, habilidades tácticas y su afilado sentido del humor lo hacían destacar en la milicia. Pero cuando Nick Fury lo reclutó para trabajar con los Vengadores, específicamente junto a Tony Stark, supo que estaba a punto de enfrentarse a un desafío completamente distinto.
—Te necesitamos en la Iniciativa Vengadores —había dicho Fury, con ese tono serio y enigmático que solía usar—. Hay pocos hombres como tú, Hassan. Inteligente, astuto, y con una habilidad especial para hacer el trabajo sucio sin llamar la atención. Stark es un genio, pero su arrogancia a veces lo ciega. Quiero que lo mantengas a raya, y si es necesario, que le enseñes un par de trucos.
Hassan, siendo el sarcástico que era, no pudo evitar una sonrisa ladeada cuando escuchó esas palabras. Mantener a Tony Stark a raya. Suena fácil, pensó.
Cuando llegó a la Torre Stark, Hassan se encontró de inmediato con la presencia abrumadora del genio, multimillonario, playboy y filántropo. Tony Stark era exactamente lo que Hassan había esperado: carismático, arrogante y completamente encantador. La primera reunión entre ambos fue como una tormenta de personalidades.
—¿Así que este es el famoso Hassan Malik del que tanto habla Fury? —dijo Tony con una sonrisa de suficiencia, mirándolo de arriba a abajo—. Pensé que serías más... no sé, impresionante.
Hassan alzó una ceja, pero no se dejó intimidar.
—Lo mismo digo, Stark. Supongo que las leyendas a veces exageran.
Tony soltó una carcajada seca, pero sus ojos chispearon con interés. Hassan no era alguien que se acobardara ante su presencia, lo cual era raro en su círculo. Y aunque la rivalidad entre ambos comenzó casi de inmediato, Hassan no podía negar que había algo fascinante en Tony.
A medida que empezaron a trabajar juntos, sus choques de personalidad se hicieron constantes. Tony era un hombre de tecnología y gadgets, siempre confiando en sus máquinas y en su ingenio para solucionar problemas. Hassan, por otro lado, tenía una mentalidad más pragmática y militar. Sabía cómo moverse en la oscuridad, cómo adelantarse a los enemigos y, sobre todo, cómo sobrevivir sin la ayuda de un traje de alta tecnología. Esto generaba tensiones entre ambos, aunque Hassan rápidamente descubrió que molestar a Tony era, en realidad, uno de sus mayores placeres.
—¿Sabes que no todo se puede arreglar con un destornillador y un traje, Stark? —comentó Hassan durante una misión en la que Tony estaba concentrado en arreglar uno de sus drones dañados—. Aunque entiendo que te guste jugar con tus juguetitos caros. ¿Es algún tipo de compensación?
Tony lo miró de reojo, claramente irritado, pero tratando de no mostrarlo.
—Eso es gracioso, Malik. Lo que pasa es que mientras tú estás ocupado jugando a ser el soldado perfecto, yo estoy inventando el futuro.
—¿Y qué tan solitario es inventar el futuro? —respondió Hassan con una sonrisa traviesa—. Porque tengo la impresión de que alguien como tú no está acostumbrado a tener compañía... que no sea de latón, claro.
Tony, sorprendido por el comentario descarado, parpadeó un par de veces antes de responder.
—Tienes agallas, Malik. Pero si buscas compañía, te aseguro que no necesitas estar en la fila, mi calendario social está bastante completo.
Hassan soltó una carcajada mientras ajustaba el rifle que llevaba al hombro.
—¿Calendario social? Vamos, Stark. Sabemos ambos que todo ese sarcasmo y arrogancia es solo una fachada. Pero, oye, si alguna vez te cansas de las rubias de portada, ya sabes dónde encontrarme.
Tony se quedó sin palabras por un momento, algo raro en él. La picardía y la audacia de Hassan parecían descolocarlo, algo que Hassan disfrutaba muchísimo. Cada comentario coqueto, cada mirada prolongada, parecía desarmar al famoso Tony Stark más de lo que cualquier villano había logrado. Y aunque ambos seguían enfrentándose en cada oportunidad, Hassan sabía que una parte de él disfrutaba haciéndolo.
A lo largo de las semanas, su relación fue transformándose en algo más que simples roces profesionales. Durante las misiones, trabajaban bien juntos, aunque siempre con esa chispa de rivalidad. Pero fuera del campo de batalla, sus interacciones se volvieron aún más interesantes. Hassan no perdía oportunidad para lanzarle comentarios ingeniosos y coquetos a Tony, y aunque Tony intentaba ignorarlo o responder con su propio sarcasmo, era evidente que algo lo afectaba.
Una tarde, después de una agotadora misión que había terminado con una gran explosión en un almacén abandonado (gracias a una de las ingeniosas bombas de Tony), ambos estaban en el taller de la torre. Hassan observaba a Tony mientras este trabajaba en su traje, su rostro concentrado, con pequeñas gotas de sudor en la frente.
—Sabes, Stark, hay cosas más interesantes que arreglar un traje todo el tiempo —comentó Hassan, apoyándose contra la mesa de trabajo—. Como, no sé, disfrutar de la compañía de alguien que no sea una IA o un robot.
Tony levantó la cabeza y lo miró, claramente cansado, pero todavía con ese brillo desafiante en sus ojos.
—¿Te estás ofreciendo, Malik? Porque si es así, podrías ser más directo.
Hassan sonrió, encantado de ver que Tony seguía jugando su juego.
—Solo digo que podrías tomarte un descanso. Quizás una cena... sin armaduras ni explosiones de por medio. Aunque claro, entiendo si te intimida la idea de salir con alguien que no sea tan... predecible.
Tony lo miró por un largo momento, y por primera vez en semanas, no parecía tener una respuesta ingeniosa al borde de sus labios. El silencio entre ellos era tenso, pero no incómodo.
De hecho, había algo en el aire que se sentía casi eléctrico.
—De acuerdo —dijo Tony finalmente, con una sonrisa ladeada—. Cena, sin trajes. Pero si resultas ser tan aburrido como suenas cuando no estás soltando tus coqueteos, te haré pagar la cuenta.
Hassan se echó a reír, aliviando la tensión.
—Trato hecho, Stark. Pero te advierto, soy todo menos aburrido.
La relación entre Hassan y Tony seguía siendo compleja, llena de roces, bromas y, cada vez más, una atracción que ambos trataban de negar. Pero había algo en la forma en que se desafiaban mutuamente que hacía que cada interacción fuera única. Y aunque el mundo seguía enfrentando amenazas, y los Vengadores luchaban constantemente para mantener la paz, Hassan y Tony habían encontrado una forma de hacer que esas batallas personales fueran, quizás, las más interesantes de todas.
Fin... por ahora.

ESTÁS LEYENDO
One-Shots For All
DiversosHistorias cortas. Protagonista masculino. Boys love. Creado a fines de entretenimiento solamente. Pueden hacer pedidos especiales de algún personaje que deseen, ya sea por mensaje privado o en comentarios :) Voten, voten, voten, voten, voten *musiqu...