— Quizá en otro universo, seremos felices y ni siquiera la muerte será capaz de separarnos... Pero quizá este bellísimo universo tarde en llegar, nunca olvides que únicamente a ti te esperaría todas las vidas, en cada una de ellas te buscaría, te amaré y muchísimo más que la anterior, Atsushi.
Hablaba mientras miraba a la persona que tenía en frente, ambos estaban crucificados en una pila de maderas y residuos inflamables.
— En nuestras próximas vidas prometo amarte sin número alguno, mi amor por ti siempre será incontable, te amo mi precioso y perfecto Rey.
Contesto Atsushi, mientras lágrimas cristalinas como el agua caían por esas mejillas rosadas que el azabache tanto anhelaba besar.
— ¡Quemen a esos moustros!
— ¡Esos no son humanos!
— ¡Gente como ustedes es despreciable, horrorosa!
— ¡Asquerosos Gays!
Gritaba la gente sin vergüenza alguna, quizá esa era la consecuencia por amarse en esas épocas. Ser quemados como si fuesen moustros, muertes dolorosas... Pero orgullosa, al morir por amor.-- CORTE
Grito el director mientras unos asistentes desataban a Atsushi y Akutagawa de la cruz, otros les limpiaban la cara y la piel descubierta de sangre falsa.
— Dime que terminaron juntos en un futuro. — Reclamo una pequeña de cabellera rubia al director, mientras se metía a la boca una paleta que su "hermano" le regalo
— Claro Elise-Chan.
— Qué desperdicio.
— Pero...
La niña se fue dejando a Kafka con la palabra en la boca.
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El mundo de los actores - Shin Soukoku y Soukoku
RomancePequeñas historias sobre el shin soukoku y el soukoku