¡Hola mis corazones morados!
Esta es una nueva historia, espero que les guste, pero antes de comenzar, quisiera hacer algunas aclaraciones.
*Es una historia FICTICIA nada del contenido en los capitulos es real.
*Se utilizan los nombres de los chicos...
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Esa tarde hasta el cielo lloraba por la muerte de la familia Jung.
Había alrededor de los féretros, compañeros de trabajo de Hoseok, pero el que más lloraba por la muerte de la familia Jung, era Jeon Jungkook amigo de casi toda la vida de Jung. Se habían conocido en la escuela preparatoria y de ahí surgió una hermandad hermosa. Los padres de Hoseok fueron padres también de Jeon, el policía había perdido a sus padres desde muy joven, prácticamente creció a lado de Hoseok.
Jeon estaba sumamente preocupado por su amigo, la policía no sabía nada de él y las investigaciones no avanzaban en lo más mínimo.
En ausencia de su amigo, Jeon lo representaba de pie frente a los cuatro féretros, el agente cubierto con una gorra y una gabardina derramaba lágrimas con sus manos empuñadas sobre el féretro del señor Jung.
-Juro que encontraré a Hoseok. Lo juro por mi nombre señor Jung -.murmuraba mientras su novia apretaba suavemente su hombro-. Les juro que lo encontraré y también a sus asesinos.
Los presentes comenzaron a retirarse momentos después, cuando los féretros comenzaron a bajar hacia su última morada.
Pero Jungkook fiel a su amigo se quedó hasta el final, la lluvia caía cada vez más fuerte al igual que las lágrimas de Jung Hoseok.
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Jung desde la camioneta blindada a metros de distancia de la última morada de su familia sentía el más grande dolor al estar ahí pero sin poder abrazar esos féretros y ver por última vez el rostro de sus seres amados.
Amenazado con armas que apuntaban a su cabeza y otras que apuntaban a sus amigos; el agente no podía hacer nada, estaba amordazado ni siquiera podía soltar el llanto como quería, solo sus lágrimas eran liberadas al cerrar sus ojos sintiendo una gran impotencia.
-Oh, cariño, no llores tanto. Tal vez algún día te unas de nuevo con tu linda familia-.Lamentó con hipocresía el canadiense.
Hoseok giró su rostro para verlo con un odio tan grande como jamás pensó que sentiría por alguien. El canadiense sonrió cínicamente.
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Jungkook levantó la mirada, frunció su cejas al mirar a unos metros tres camionetas negras.
-¿Qué sucede cariño? -preguntó la chica que tomaba el brazo del pelinegro.
-Esas camionetas ya tienen rato ahí -respondió sin dejar de mirar los vehículos, la lluvia mojaba su rostro a pesar de la gorra con visera.
