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La siguiente noche, ellos se detuvieron en un puerto. El combustible finalmente se había terminado y su comida no eran más que sobras a este punto, así que cuando vieron la isla a lo lejos, el alivio fue más que enorme.

Dylan había estado en misiones largas, seguimiento, patrullaje, extracciones y misiones de rescate, y en algunas de ellas habían tenido que dormir en lugares extraños y en condiciones menos que favorables. Pero pasar cinco días en una lancha, era una experiencia nueva. Y sofocante.

Diana, la mujer a cargo, se colocó una chaqueta oscura y un gorro que le cubría la frente. Dylan también la vio guardar una pistola en su cinturón. El francés con ella también se preparó de la misma manera. Luego de anclar la lancha en un lugar desierto y oscuro, los dos comenzaron a crear un plan.

"Iremos a buscar el contacto y el combustible." El francés le ayudó a bajar hasta la arena con un salto. "Ustedes pueden esperar aquí."

"Quiero ir." Dylan también se había preparado, su arma, su ropa. Además necesitaba estirar las piernas aunque fuera unos cuantos metros. Y se sentía inútil estando acostado en la cama la mayor parte de los días mientras dejaba al par hacerse cargo de todo el trabajo. No era una princesa que necesitaba ser cuidada y protegida, él podía ser útil de igual manera. Se sentía como si estuviera volviéndose suave. "Quiero explorar."

"¿Podemos ir también?" Dog se acercó a su costado, también estaba vestido. Richard un poco más atrás de él. "Necesitamos comida."

"Entonces nos dividiremos." Diana empujó al hombre con ella y asintió. "Buscaremos al contacto y ustedes se encargarán de las provisiones hasta la siguiente parada. No estoy segura de qué moneda usan aquí, pero aceptan dólares en cualquier parte del mundo. Sean generosos, pero no demasiado para ser sospechosos."

Sonaba bien para él. Además, dejar a Dog andar por ahí no era la mejor idea posible. Asintió. "De acuerdo. Nos encontraremos aquí en unas horas."

"Suerte."

Vio a los dos alejarse, y volteó a ver a su propio par. Dog estaba poniéndose los zapatos y Richard estaba sentado en el borde de la lancha. Sus ojos se encontraron un momento antes de que Dylan apartara la mirada y se aclarara la garganta.

"¿Qué deberíamos conseguir?"

Dog lo alcanzó rápidamente cuando Dylan comenzó a caminar hacia las luces de la calle. "Comida que dure un largo viaje. Podríamos conseguir carne para algunos días si la conservamos bastante bien. Nueces, comida seca."

"¿Podremos encontrar algo así?" Richard habló detrás de él. Dylan miró la hora en su reloj. No podían ser más de las siete de la noche, pero debería haber alguna tienda abierta. Parecían estar en un área turística por los volantes en los postes. "No hay mucha gente por aquí."

Era cierto. Pero los que estaban alrededor parecían ser turistas divirtiéndose. Algunos ebrios por aquí y por allá haciendo un escándalo, pero eso les dio una ruta para seguir. Además había música y luces a lo lejos, probablemente una fiesta en la playa. Sería fácil robar en un lugar así, pero dudaba que pudiera conseguir algo más que alcohol.

Caminaron por un largo rato entre calles oscuras y mal iluminadas, sin mucha suerte. En poco tiempo habían llegado al otro lado de la isla y podían escuchar las olas romper muy cerca. Esta tal vez no era la mejor parada que pudieron hacer.

"Creo que tendremos mejor suerte si tomamos ese camino." Se dio la vuelta. Richard señaló un camino de piedras que entraba entre palmeras. Había un letrero pintado en una de ellas que tenía frutas dibujadas. El hombre suspiró, guardando las manos en sus bolsillos. "Es lo que creo que significa o estaremos caminando a una trampa de muerte."

[GAY] FurtivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora