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El sonido del agua golpeando las paredes del yate hizo que se despertara. Ya había luz viviendo desde la puerta de arriba, y el sonido de música relajante deslizándose entre las aperturas de ella. 

Serge se pasó la mano por el rosto, o lo intentó. Su brazo estaba atrapado y adormecido. Girando la cabeza a su derecha, vio el corto cabello rubio cobrizo descansando sobre su hombro cómodamente. Una sonrisa se estiró en sus labios.

Dylan jamás se había visto tan inocente y vulnerable. Con los labios estirados como un patito y los ojos cerrados con fuerza, estaba abrazando a Serge con el brazo y una pierna pesada en su cadera.

Tristemente, no lo odió.

Olió su cabello y lo revolvió un poco. ¿Era malo que pensara que estaba oliendo a un cachorro en lugar de un hombre joven? Era tan diferente a cuando tenía largas hebras, los cortos mechones apenas serían de unos dos dedos de largo, pero le sentaba bien. Lo hacía ver mayor y maduro, como un verdadero asesino.

Todavía no quería pensar demasiado en la situación, pero tenía que levantarse de cualquier manera. Su vejiga estaba matándolo, pero incluso cuando pudo quitar el brazo con cuidado y acomodar mejor a Dylan, del otro lado tenía un pozo de baba en el cuello. Suspiró, frotándose los ojos para despertarse mejor.

Lee tenía el cabello sobre la frente, los labios separados y una relajada expresión de alguien que estaba demasiado cómodo incluso después de lo que pasó en la madrugada. Le acarició le mejilla y también se lo quitó de encima lentamente hasta que pudo tocar el piso de la lancha con los pies.

Fue al baño y se vio al espejo mientras vaciaba su vejiga. Tenía un horrendo moretón en el rostro, y el labio partido. Dylan le había lanzado un muy buen golpe que pudo noquear a cualquier otro, pero no a él. Había recibido golpes así y con más fuerza a lo largo de su vida. Las peleas cuerpo a cuerpo era algo que Ivan planificaba para entrenar y no dudaba que era algo que el hombre disfrutara de ver.

Por el otro lado, tenía marcas a lo largo del cuello y los hombros.

Parpadeó hacia su reflejo.

¿Dónde quedó el hombre heterosexual?

Este no era el mismo hombre que aceptó la misión de espionaje y extracción para su jefe. 

El hombre del espejo comenzaba a verse como alguien más.

Un golpe desde arriba le hizo apresurarse a salir. Dylan y Lee seguían dormidos plácidamente, así que él se vistió y subió las escaleras descalzo. Solo necesitó empujar la puerta hacia arriba y sacar su cuerpo antes de volver a cerrar con cuidado. La música era mucho más alta ahora.

Una muy cliché playlist para estar navegando en el mar. Se tomó un minuto para apreciar la vista del océano pacífico en todo su esplendor. No había una maldita cosa cerca de ellos y era bastante aterrador mirarlo de esa manera. Se sostuvo de la baranda, girándose para buscar a alguien, y cuando no los vio, decidió seguir a la música.

Más atrás había una cabina amplia con sillas acolchadas, algo parecido a una cocina inventada y el control de mando. Golpeó el techo antes de asomarse.

Zev le sonrió, una taza humeante en su mano. "Боже мой, я думал, что ты проспишь весь оставшийся день!" Traducido a: Por dios, creí que dormirías por el resto del día. 

Serge le quitó la taza y tomó asiento en uno de los sillones que la mujer ocupaba. Diana tenía un brazo tendido por encima de los ojos y lo pateó cuando él le quitó los pies. 

"Español," le advirtió, sorbiendo un poco del café. Se sentía arrollado y su cuerpo estaba pesado. "No puedes hablar ruso."

"Ah, claro, sí. Yo recuerda." El hombre se cruzó de brazos, sus ojos inspeccionando a Serge de pies a cabeza antes de compartir una mirada con Diana. "Tú tienes diversión, ¿eh?"

[GAY] FurtivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora