🔐 CAPÍTULO 3 🔐

44 5 0
                                    

COLIN

– Debe ser muy jodida la relación con tu madre para que prefieras vivir aquí.

– Mi madre nunca ha hecho acto de presencia como tal – respondo escueto.

– Tu padre tampoco, ¿no? Hasta ahora no ha luchado por tu custodia.

– ¿Intentas tocarme los cojones, Logan? - lo miro con cara de pocos amigos. Le doy un sorbo a mi cerveza y aprieto los dientes – Si no quieres tenerme aquí y juntarte conmigo porque tu mujer te lo prohíbe, solo tienes que decírmelo.

– Duna no me prohíbe absolutamente nada – niega tranquilo – No le gustas, pero eso no interfiere en nuestra relación. Y claro que te quiero aquí – me mira a los ojos – Y como amigos que somos, me gustaría saber que es lo que pasa en tu vida para poder ayudarte. ¿Cuántas experiencias y cuánto tiempo tenemos que pasar juntos para que te abras conmigo y sepas que soy de fiar?

– No dudo de tu lealtad – aseguro – Simplemente no se me da bien abrirme. Además, no tengo nada importante que contarte. Mi madre es una zorra que me ha descuidado toda la vida, mi padre ha sido un mujeriego que jamás se ha preocupado por mi bienestar y mi hermanastra es una cría mimada y muy falsa.

– Solo te falta sacarle detalle a Charlie – se cruza de brazos, divertido.

– Mi hermano es buen chaval – soy sincero – Un niño aún, pero con buen fondo.

– Así que él si es tu hermano, pero ella no. ¿Te das cuenta de tu incoherencia?

– Yo llamo familia a quién me sale de los huevos, Logan. A ti también te puedo llamar hermano sin que compartamos una gota de sangre, y eso no lo va a hacer menos válido. Así que, sí – me levanto disgustado, y tiro un billete a la mesa para que nos cobren de ahí – Soy un puto incoherente y ella jamás será mi hermana. Recuerdos a tus colegas de mi parte – me despido.

Comienzo a caminar hacia mi casa sin pararme a pensar mi forma de actuar.

Logan es mi mejor amigo, pero cuando intenta indagar sobre mi vida y saca a relucir el nombre de mi hermanastra cuando menos lo necesito, se convierte en mi peor enemigo.

Sabe que me jode hablar de ciertos temas, y está cogiendo la costumbre de sacarlos cada vez que puede y tiene oportunidad. No es la primera vez que lo dejo solo en mitad de un bar por lo mismo, pero parece que ninguno de los dos aprendemos. Él sigue dándole bombo al tema y yo sigo cerrándome en banda sin soltar prenda. Quedo con él para despejarme y pasar un buen rato, no para amargarme más. Como esto siga así, tendré que empezar a buscar otro tipo de amigos.

Si estuviera Kevin aquí, no tendría problema en estar con él para pasar un buen rato. Pero su vida volvió a Estados Unidos justo después de que la boda de Duna y Logan se celebrara. No tiene pinta de que vaya a volver, puesto que no hay nada que lo requiera aquí.

Así que... más me vale abrir mi círculo, o dejarle bien claras las cosas a mi amigo la próxima vez que lo vea. Quitando estos piques, me cae realmente bien como para prescindir de él.

Cuando llego a mi casa, me fijo en la luz tenue que emite el salón. A estas horas suelen estar todos dormidos, pero hoy viernes parece que van a trasnochar más.

Intento pasar desapercibido, pero mi padre casi gruñe mi nombre en cuanto pongo el pie en el primer escalón de las escaleras. Me trago el resoplido y me asomo cansado.

– ¿Dónde has estado? - me pregunta tumbado desde el sofá.

– Tomando unas cervezas con Logan.

– Llevas todo el día fuera. ¿Todo esas horas has estado bebiendo?

LA VENGANZA DEL DESTINO (#3 SERIE DESTINO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora