¿Amar es nunca tener que pedir perdón?

4 0 0
                                    

Al final el cocinero y el marimo acordaron que la mejor forma de lograr reunirse sin que nadie acabara pasando una noche en el calabozo de una comisaría, era que el rubio pasara por él al taller, que por cierto tuvo que ser otro debido al desastre que dejó Luffy allí.

Además la pésima orientación que tenía Zoro solo hacía las cosas más difíciles.

Así llegó el esperado día y Sanji estaba bastante tranquilo a pesar de todo lo anterior. Mientras se acercaba a la entrada de aquella sala de trabajo escuchó una voz que se le hizo familiar y mientras se acercaba mejor lo oía y sospechó que era Ace.

Entonces cayó en cuenta de lo que había mencionado Luffy cuando le pidió ser amigos.

Oh, y además había ido al cine con él. Se preguntó sí eso sería un problema para Zoro, incluso sí sólo había sido una salida amistosa. No pudo evitar sentirse un poco nervioso.

Cuando se asomo por la puerta pudo comprobar que Ace estaba sentado junto a Zoro hablando mientras el otro trataba de concentrarse en su trabajo.

—y entonces de verdad lamento que Luffy te metiera en todos esos problemas, de verdad voy a hablar con él sobre esto...

La atención del musgo se desvió hacia la puerta, Sanji le estaba mirando atentamente, también de alguna forma se había interesado un poco sobre su trabajo, pero también de la conversación.

En cuanto Zoro notó que Sanji estaba mirando su pintura, quitó el lienzo y lo apoyó contra la pared para que no se viera lo que estaba haciendo.

Ace volteó la cabeza hacia la puerta y su expresión cambió de inmediato.

—¡Sanji!—exclamó lleno de emoción. —¿Sabías que estaba aquí?

La expresión de Zoro se ensombreció.

¿Como?

Pero el cocinero sabía muy bien cómo aparentar calma, había tenido que hacerlo muchas veces en el pasado.

—En realidad vine buscando al musgo.

Ace lo miró confundido y luego cayó en cuenta que se refería a Zoro.

—Pfff... te dijo musgo por el cabello —se río Ace.

Zoro se enfadó aún más.

—¿No tienes nada que hacer?

—No realmente —Ace estaba tratando de controlar la risa.

Zoro se levantó de su puesto y se quitó su viejo delantal lleno de diversas manchas de pintura, dejándolo colgado sobre el caballete.

— ¿Nos vamos ya? —preguntó Sanji.

—¿A dónde van?

El rubio se preocupó un poco.

Y si el Marimo se molestaba con él por acompañar a Ace al cine aquel viernes.

—Al cine.— respondió Zoro fríamente.

Ace sonrió y comentó tranquilamente:— el viernes pasado me encontré con Sanji en el parada de buses y me acompaño a ver una película

Para Zoro fue como si le estuvieran metiendo el dedo en la llaga.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—La noche de los muertos vivientes —Se adelantó a responder Sanji.

Ace sonrió con malicia :— Yo quería ver Love Story pero Sanji no quiso.

—Supongo que no, porque habíamos quedado en verla juntos. —Respondió el alga con suficiencia.

— Ah, osea que por eso Sanji estaba solo allí.

Love is in the rainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora