—Debí darme cuenta antes, pero parecía una nevada normal.
— ¿No lo es?
—No, el viento de casi 45 km por hora y la visibilidad es casi nula. Si salimos ahora, estaremos luchando con eso, además de que la nieve llaga a la altura de casi 1 metro y medio.
—¿Qué hacemos entonces?
—Esperar a que termine o se calme.
— ¿Cuánto tiempo podría tomar eso?
—No sé, depende de la densidad de la nieve y si el viento sigue con la misma fuerza. Pero como fue repentino, supongo que sólo serán un par de horas. Tendremos que quitar algo de ella para poder salir, pero estaremos bien.
Su compañero comenzó a ignorarlo y tomó la bolsa que estaba en el suelo, la abrió, dejando su contenido al descubierto. Tomó una de las barras de chocolate, quitó la envoltura y le dio una mordida. Al terminarse ésta, tomó otra y después, otra.
—Nagisa-kun... ¿qué está haciendo?
—Parece que vamos a estar aquí por un rato y comer chocolate puede aumentar nuestro calor.
—Eso no es realmente cierto.
— ¡Puedes tomar uno, si quieres! —No espero su respuesta cuando le puso una barra ya mordisqueada en frente suyo, muy cerca de su boca.
—No, gracias. Sabe que los dulces no son de mi agrado.
—Awwhh... bueno, habrá más para mi.
Siguió comiendo de la bolsa, dejando las envolturas en el suelo del auto. Su compañero no soporto esto y comenzó a recogerlas, pero se sonrojó al sentir el roce de su torso con sus rodillas. Para Nagisa fue lo mismo.
—R-Rei-chan, no es necesario que lo limpies ahora.
—P-Por supuesto que debo hacerlo. Es el coche de tu madre. Además, un suelo lleno de basura no es para nada hermoso.
Se reincorporó en su lugar una vez recolecto todos los residuos. Apartó la mirada hacia la ventana, la nieve seguía cayendo y el viento era cada vez más fuerte.
"Diablos, esto no se ve bien. Espero que no suba de intensidad... Lo sabría con certeza si estuviera en un plano más alto. Desde aquí sólo sé que estaremos aquí un buen rato. Pero si tomo en cuenta-"
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Nagisa que estaba con los pies sobre el asiento, abrazando sus piernas y aun comiendo dulces. —Rei-chan.
— ¿Qué sucede? ¿Tienes frío?
—No es eso. Es que... —tomó algo de aire y se dirigió a él. — ¿Nosotros estamos saliendo? Ya sabes, ¿cómo pareja?
Lo dejó nuevamente helado, y con una nueva duda. Si se había tomado tanto tiempo en aceptar sus sentimientos, ¿cuánto le tomará saber eso? Además de que no tenía libros para buscar información.
—N-No lo sé... ¿tú... quisieras?
— ¡Claro que sí! Pienso que Rei-chan sería un gran novio. Siempre me cuidas y te preocupas por mí, aún más que Haru-chan o Mako-chan.
— ¿En serio cree eso? Alguna vez dijo que era aburrido.
— ¡Ah! Eso es solo de vez en cuando. En verdad siento que haz cambiado desde que te vi por primera vez en la escuela. Antes tenías una cara sombría y apenas sonreías. Y ahora, te diviertes con todos los demás. Eres una persona distinta. Eres realmente genial, Rei-chan.
Le dio esa sonrisa, aquella sonrisa que lo hizo entrar al club de natación, esa sonrisa que lo conmovía por dentro.
—También haz cambiado, Nagisa-kun. Solías evadir responsabilidades y no dejabas ver más de ti. Ahora pones todo tu esfuerzo en los estudios y me consta que te ha costado. Es admirable que des a conocer esa parte de ti que casi nadie conocía. Parece lejano ese chico que me seguía todos los días, pero sigo viendo ese empeño. Cuando corriste conmigo, cuando nadas, cuando estudias, inclusive ahora. Mis conocimientos son totalmente nulos con respecto al amor y más si se trata sobre relaciones sentimentales. Pero si me apoya con su indudable esfuerzo... creo que no sería una mala idea.
—Eso... ¿es un sí?—Asintió con la cabeza y sus labios se arquearon en la más sincera sonrisa que había hecho. Emocionado por la respuesta, el chico rubio se abalanzó a él con los brazos abiertos con una barra de dulce en cada mano en un tono victorioso.
— ¡Nagisa-kun! ¡Tiene chocolate por toda la cara! Comprendo la emoción pero límpiese, ¿por favor!
Hizo caso omiso a su petición y siguió estrujándolo, apretando sus pómulos contra los suyos.
Por fin pudo liberarse de él y se quitó el resto del dulce de la cara.
—Rei-chan...
— ¿Qué sucede?
— ¡Se han acabado las barras de chocolate! —hizo un puchero de tristeza y parecía que estaba a punto de explotar en llanto.
— ¿¡Eh!? ¿Qué estaba pensando? Se va a enfermar del estómago.
—Ahora... ¿qué voy a hacer? ¿Y si la tormenta nunca acaba? ¡Estaremos encerrados aquí para siempre! ¿Qué vamos a comer? ¿Y si la temperatura sigue bajando?
— ¡Nagisa-kun, tranquilícese!
— ¿CÓMO VOY A ESTAR TRANQUILO EN UNA SIRUACIÓN COMO ÉSTA? ¡VAMOS A MORIR! No hay comida y vamos a tener que comernos entre nosotros. ¡Oh no! ¡Soy el más carnoso de los dos! ¿Qué voy a hacer?
—Nagisa-kun, no vamos a morir, no estaremos aquí tanto tiempo y aun así, no estoy a favor del canibalismo.
— ¿¡Y tu como sabes!? En algún momento tendremos que comer y ya no hay chocolate.
—No iba a comerlo de todos modos.
— ¡Oh no! ¡Siento como baja la temperatura! ¡Debemos de hacer algo! —Comenzó a quitarse su abrigo y a levantarse la playera, hasta que la mano de su compañero la regresó a su lugar.
— ¿¡Qué cree que está haciendo!?
— ¿No lo sabes? ¡El calor aumenta si estamos desnudos!
— ¡No hace falta, estamos bien!
Sin dar previo aviso, le comenzó a quitar la chamarra, sin mucho éxito. Aunque si logró sonrojarlo.
— ¡Detente!
—Pero, ¡no quiero que mueras!
— ¡Estoy bien! ¡Tú también lo estás!
— ¡Claro que no! ¡Ya no siento las piernas y mis brazos están entumecidos!
"Ahora si que ha perdido la cabeza."
—Rei-chan... diles a mis padres y a mis hermanas que los amo. ¡Sobre todo a mi perro!
—No tienes ningún perro.
—Diles que yo me comí el último pan con mermelada, ¿qué podía hacer? ¡Tenía hambre!
—Nagisa-kun...
—Siento como mi vida pasa ante mis ojos. ¡Puedo ver la luz! Mi piel se torna azul, ¡mi lengua! ¡Ya no podré hablar! —Sacó la lengua como si fuera algún tipo de can y se limitaba a hablar entre balbuceos. — ¿Qué debedía haced? ¡Mi dengua edstá congedada!
Sintió como sus pómulos tomaban ese rojo intenso de nueva cuenta. No habría recordado su beso del otro día, de no ser por el gran escándalo que el rubio había armado. Ya no escuchaba el pánico de su compañero. Sólo podía ver sus labios, aunque mantenía la boca abierta, le parecía algo asqueroso. Pensó varias veces sus siguientes acciones, pero llegó al mismo resultado.
— ¡Nagisa-kun! —le habló lo suficientemente alto para llamar su atención y callarlo por un momento, justo lo que quería. Tomó su mentón para que cerrara su boca y acercó su cabeza lentamente hacia él. Cerró sus ojos para disfrutar cuando sus labios se juntaron. Pero a diferencia de la primera vez, Nagisa descansó sus párpados y empezó a corresponderle. Rei se separó por un segundo y le susurró al oído. —Así nos mantendremos calientes.
Y regresó al sabor de sus labios. Importándole poco la tormenta que podría encerrarlos. Si estaba él a su lado, sentía que todo estaría bien.
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For the first time, you're mine
Fanfiction*REIGISA* //SI NO TE GUSTA EL BOYXBOY O ESTA PAREJA. NO LO LEAS. PUEDE CONTENER ESCENAS YAOI\\ Reí siempre ha sido un persona que basa sus acciones en cálculos y estudio, pero el que Nagisa siempre lo haga actuar sin pensar puede ser la única cosa...