Cap 13. Explorando lo Inesperado

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Kelly

Ya estoy lista, faltan 10 minutos para que venga Erick.

El sonido de un motor potente me hizo mirar hacia la calle, y lo vi. Un Chevrolet Camaro negro se detuvo frente a mi casa, como salido de la nada. Era imposible no notar su presencia: las líneas definidas y agresivas, los faros que proyectaban una luz intensa, casi intimidante. El rugido del motor reverberaba en mi pecho, haciéndome sentir una mezcla extraña de curiosidad y desconcierto. ¿Erick? ¿Conducía ese auto? —Pero que carajos—

Nunca, ni en mis pensamientos más remotos, lo hubiera imaginado conduciendo algo tan lujoso y… llamativo. Siempre lo había percibido como alguien reservado, incluso misterioso, pero no ostentoso. Sin embargo, este coche lo gritaba: poder, lujo, exceso. El Camaro se veía como un animal enjaulado, como si estuviera listo para devorar la carretera en cualquier momento.

La ventanilla del auto bajó, y allí estaba él, con esa expresión calmada y distante que parecía no encajar con el rugido de ese monstruo sobre ruedas.

Cuando lo vi salir del auto, mi respiración se detuvo por un segundo. Erick estaba impecable. Llevaba un traje negro perfectamente entallado, simple pero elegante. El contraste entre el oscuro color de la chaqueta y la camisa blanca que llevaba debajo hacía que cada detalle resaltara. La camisa, ligeramente desabotonada en la parte superior, le daba un aire casual, pero no menos sofisticado.

Mis ojos se detuvieron en el brillo de la cadena plateada que llevaba alrededor del cuello. Era un accesorio discreto, pero poderoso, como si completara el enigma que siempre parecía ser. Me fijé en su cinturón negro, perfectamente ajustado, y en sus zapatos, pulidos hasta el punto de que reflejaban las luces que comenzaban a encenderse en la calle.

Había algo en cómo llevaba ese traje que lo hacía ver peligroso y a la vez irresistiblemente atractivo. No era solo el Camaro que lo hacía parecer inalcanzable, era también la manera en que cada pieza de su vestimenta parecía haber sido hecha para él. Incluso su reloj, sencillo pero elegante, brillaba sutilmente bajo la luz, completando el look sin robar protagonismo.

Todo en él hablaba de control, de alguien que sabía exactamente cómo proyectar poder sin tener que alardearlo. Mientras se acercaba, no pude evitar notar cómo encajaba perfectamente con el auto, como si ambos fueran parte de una misma historia, una que yo apenas comenzaba a descubrir
Su cabello ondulado no va tan rebelde como lo he visto antes, es que no se parece a nada al Erick que vi el día de la biblioteca.

Recuerdo lo que pasó ese día y sonrió, no esperaba ese beso pero si lo deseaba. Tocan el timbre y grito que ya voy, no puedo salir corriendo con mis tacones, mi maleta para estos dos días está en la sala principal así que como el caballero que espero que sea, pongo la fe en Dios y que el me ayude con la maleta.

Abro la puerta y él está con sus manos dentro del pantalón, su mirada recae en mi de pie a cabeza, hasta que al final su mirada da con la mía, esa mezcla de celeste y gris, tan hinoptizante como la primera vez que vi sus ojos, ninguno dice nada, simplemente nos observamos

Y se que voy hermosa y también se que no le voy pasar por desapercibida, herede la genética de mamá, tengo un cuerpo esbelto aunque he perdido peso, el vestido que llevo puesto se pega a mi cintura, tengo un buen cuerpo —Le agradezco eso a mamá —mis ojos son de papá.

Aparte voy tan hermosa que se que a él se le hará imposible no verme e incluso ni yo misma me reconozco
Llevo un vestido largo de color negro, ajustado y sin mangas, con un diseño elegante y sencillo.
Un par de aretes dorados con piedras verdes esmeralda en forma rectangular.
Un bolso de mano pequeño, de color verde oscuro con detalles dorados en la cadena y una herradura dorada decorativa en el cierre.
Un brazalete sencillo y dorado, de diseño minimalista.
Un par de sandalias de tacón alto, delgadas y elegantes, de color verde oscuro. Aparte hice un cambio a mi tono de cabello de castaño me lo teñi a gris cenizo,  agradezco tanto a Mar por convencerme de cambiarlo. Así que no sólo él la tendrá fácil.

Buscando las piezas de mi rompecabezas (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora