Era un poco extraño llevar días "normales" en la base, sin ninguna misión por cumplir, sin deberes más allá de realizar alguna practica por meramente rutina, algún ejercicio para mantener a los más nuevos activos o simplemente pasar el rato dando mantenimiento a sus equipos.
Ghost seguía casi siempre en lo suyo, ajeno a lo que pasara a su alrededor, más concentrado en seguir puliendo al cañón de su arma, la cual había sido previamente desarmada. No es que necesitara más limpieza, sus armas en general siempre estaban impecables, pero era una acción casi terapéutica para él, le ayudaba a tener su mente enfocada en una sola cosa, impidiéndole divagar en cosas...en ti.
Pero la paz nunca dura, o al menos eso pensó cuando noto como la presencia de Emma se iba acercando poco a poco hasta esa esquina donde el descansaba. Esperaba que en algún punto de su trayecto se desviara o simplemente retrocediera, pero eso no paso. Ella no se detuvo hasta que llego frente a él, podía ver como entre sus manos cargaba un kit de limpieza y a cuestas llevaba sus armas.
—Disculpe teniente... ¿Puede ayudarme un poco? — pregunto un poco insegura. Desde la última vez que había hablado con él, se sentía rara. Era de todos los días recibir algún "no" por parte de Ghost, pero cuando él se negó a recibir su ayuda con esos vendajes, sintió ese rechazo más fuerte que los anteriores.
— ¿Qué sucede? — no levanto su vista, seguía en lo suyo, pero escuchando perfectamente sus palabras.
—Tengo problemas para desarmar mi rifle...ya aplique desengrasante pero siguen duras algunas partes y no quiero forzarlo y después romperlo...así que...pensé que podría ayudarme — sabía que Ghost podía tomar esto como uno de sus tantos intentos por estar cerca de él, una excusa más, pero en esta ocasión era genuino, estaba en problemas con su armamento y no quería que se lo rebajaran en caso de dañarlo, aun no ganaba tanto dinero como el resto y era una persona que tenía que enviar gran parte de este sueldo a sus familiares.
Cuando escucho su explicación, supo que era algo sincero, su mismo tono de voz así lo demostraba. Finalmente termino asintiendo, señalándole que tomara lugar a su lado y le mostrara cual era el problema en específico. No tardó mucho en dar con el problema, y es que si, algunas piezas estaban muy pegadas, el desengrasante no estaba siendo suficiente, hubo que aplicar más fuerza física para lograr destrabarla. Cuando las piezas cedieron, Emma se alegró de inmediato, tomo su arma y comenzó a desarmarla por completo frente a la mirada de Ghost, quien estaba supervisando que realizara todo correctamente, como si se tratara de su instructor.
Emma no era tan nueva, y sabía muchas cosas, considerarla un recluta era indebido, ella ya era un miembro más, simplemente le faltaba un poco de confianza en sí misma y más experiencia en campo, ambas cosas solo las podría aprender con el tiempo, esperando que sus errores no la mataran primero.
Una vez que hubo terminado, elevo su arma hacia Ghost, orgullosa por haber terminado con su mantenimiento y también agradeciéndole por su asistencia.
—Gracias, Ghost...— tal vez este momento había sido insignificante para Ghost, pero para ella había importante. Él no era una mala persona, ayudaba cuando era necesario y no le faltaba el respeto a nadie, y aun y cuando ella era realmente insistente, Ghost no cortaba su contacto con ella ni la insultaba o cosas por el estilo.
—No debes dejar que se ensucie tanto o se le volverá a pegar la suciedad, dale mantenimientos después de cada misión — le aconsejo.
—Lo hare...gracias nuevamente — y ahí estaba, sonriendo otra vez como una tonta enamorada.
—Deja de agradecerme — suspiro antes de volver a su arma, siguiendo con lo que hacía antes de la llegada de su compañera.
— ¿Cómo siguen tus manos? — ya se estaba poniendo de pie, cuando noto nuevamente los vendajes en sus manos. Debido a la limpieza, estos habían ensuciado.
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Todo se trata de decisiones
RomanceFinalmente había llegado el día tan esperado, su boda. Las personas mas importantes para ambos ya estaban reunidos en la iglesia, esperando pacientemente la llegada los novios. Pero cuando al lugar solo te presentaste tu, todos sabían que algo no e...