En la isla de Nabu, la Clase 1-A de la U.A. estaba en el corazón de una crisis. Los estudiantes, que habían asumido la responsabilidad de proteger a los habitantes, se encontraban en medio de un enfrentamiento épico contra Nine, un villano que amenazaba con desatar una destrucción masiva. La tensión en el aire era palpable mientras las olas rompían contra la costa, y los relámpagos iluminaban el cielo oscuro.
Entre los héroes en formación, Izuku Midoriya se encontraba al frente, su determinación más fuerte que nunca. A su lado estaba Giulio, un nuevo miembro de la clase, cuyo Quirk le permitía manipular las sombras con una precisión mortal. Aunque Giulio había llegado recientemente desde el extranjero, ya había demostrado ser un aliado valiente y estratégico, y a pesar de su apariencia seria y reservada, tenía un lado protector que lo unía cada vez más a Izuku.
Preparación para la Batalla
Izuku miró a Giulio mientras se preparaban para la siguiente ola del ataque. Había una conexión tácita entre ellos que no requería palabras. Izuku sabía que Giulio siempre estaba atento a sus movimientos, y viceversa. Habían entrenado juntos, conocían los ritmos de sus Quirks y cómo complementarse en el campo de batalla.
"Giulio," dijo Izuku, respirando con dificultad mientras evaluaba la situación. "Sé que eres fuerte, pero no tienes que enfrentarlo solo. Si combinamos nuestros poderes, podemos lograrlo."
Giulio lo miró, y por un segundo, una pequeña sonrisa apareció en su rostro, una sonrisa que era solo para Izuku. "No pienso dejarte cargar con todo el peso, Izuku. Si algo he aprendido desde que llegué aquí es que los héroes verdaderos no luchan solos."
Izuku sintió un calor en su pecho al escuchar esas palabras. En medio del caos, había algo reconfortante en saber que Giulio creía en él, que estaba dispuesto a luchar no solo como un aliado, sino como algo más. Algo en la mirada de Giulio prometía que nunca lo dejaría caer, y eso lo hizo sentir más fuerte de lo que jamás se había sentido.
El Ataque Coordinado
Mientras Nine desataba una feroz tormenta eléctrica, Giulio y Izuku se movieron en perfecta sincronización. Izuku cargó hacia el villano con el poder de One For All, lanzando un devastador golpe en el aire que dispersó la energía alrededor de ellos. Giulio, con una elegancia sombría, extendió sus manos hacia el suelo, convocando una red de sombras que se extendió rápidamente bajo los pies de Nine.
En el momento en que las sombras comenzaron a envolver a Nine, Giulio susurró: "Este es el final para ti. Mis sombras sellarán cada uno de tus movimientos." Las sombras crecieron como una telaraña oscura, creando una prisión que no solo atrapaba el cuerpo de Nine, sino que también drenaba su energía, debilitando su Quirk.
Pero entonces, Nine, con una mirada furiosa, desató una explosión de energía pura, rompiendo parte de la trampa de sombras. La onda expansiva lanzó a Giulio hacia atrás, y antes de que pudiera caer al suelo, Izuku se movió en un instante, atrapándolo en sus brazos.
"¡Giulio!" exclamó Izuku, preocupado. "¿Estás bien?"
Giulio, sorprendido por el gesto de Izuku, lo miró con una mezcla de alivio y algo más profundo, algo que hacía mucho tiempo no había sentido. "Izuku... gracias. Sabía que podía contar contigo."
Un Momento de Confesión
Mientras el rugido de la batalla continuaba a su alrededor, el momento entre ellos parecía ajeno al caos. Izuku aún sostenía a Giulio, y sus miradas se encontraron, más cerca de lo que nunca habían estado. Las palabras se formaban en sus labios, pero ninguno estaba seguro de cómo expresar lo que sentían. Habían luchado juntos, se habían protegido mutuamente, pero en ese instante, lo que compartían iba más allá de ser solo compañeros de batalla.
"Izuku," dijo Giulio con voz baja, casi temblorosa, "lo que siento por ti es más que simple gratitud. Desde que llegué a esta escuela, tú has sido mi luz en los momentos más oscuros, y no quiero perderte."
Izuku se quedó en silencio por un segundo, su corazón latiendo con fuerza. Había esperado tanto tiempo para escuchar esas palabras, y ahora que las escuchaba, sentía que todo valía la pena. "Giulio, yo también... yo también siento lo mismo. Desde el primer día en que luchamos juntos, supe que había algo especial entre nosotros. No es solo que seas un gran héroe... sino que me haces querer ser mejor cada día."
Ambos se miraron, el sonido de la batalla desvaneciéndose mientras se daban cuenta de que, pase lo que pase, se enfrentarían al mundo juntos. No solo como héroes, sino como alguien que podría llegar a ser su razón para seguir adelante.
El Juramento en la Tempestad
Con renovada determinación, Izuku y Giulio se levantaron, enfrentando nuevamente a Nine. Esta vez, no eran solo dos estudiantes luchando contra un villano. Eran un equipo invencible, impulsados por algo más fuerte que el miedo o el deber. Eran impulsados por el amor que comenzaba a nacer entre ellos.
"¡Vamos a derrotarlo juntos!" gritó Izuku, y Giulio asintió, las sombras girando a su alrededor como una tormenta oscura.
Y con una mirada que selló un juramento silencioso, se lanzaron hacia adelante, listos para enfrentarse a cualquier cosa que el destino les arrojara.