La batalla en la isla de Nabu estaba lejos de terminar. A pesar de su esfuerzo combinado, Nine había demostrado ser un adversario más formidable de lo que esperaban. Su risa resonaba en el aire, una mezcla de orgullo y desdén mientras miraba a los jóvenes héroes que se atrevieron a desafiarlo. Sin embargo, Izuku y Giulio no estaban dispuestos a retroceder. No ahora, no después de haber admitido lo que sentían el uno por el otro.
Un Momento de Inseguridad
Mientras se recuperaban de la última embestida de Nine, Giulio respiraba con dificultad, sus manos temblorosas del esfuerzo de mantener las sombras bajo control. Aunque intentaba mantener su semblante serio y tranquilo, Izuku notó la angustia en sus ojos. No era miedo a fallar, sino miedo a perder a alguien importante.
"Giulio, no tienes que hacerlo todo solo," dijo Izuku, acercándose a él y colocando una mano en su hombro. "Estamos en esto juntos, ¿recuerdas? Siempre estaremos el uno para el otro."
Giulio levantó la mirada hacia Izuku, y aunque intentó mantener su expresión neutral, no pudo evitar que sus ojos mostraran un destello de vulnerabilidad. "Izuku, tengo miedo. No solo de fallar, sino de que te lastimen. Nunca pensé que me importaría tanto alguien como tú, y ahora que lo sé, no puedo soportar la idea de perderte."
Las palabras de Giulio resonaron profundamente en Izuku. Sentía el peso de la responsabilidad y del amor recién confesado, una carga que no había anticipado pero que ahora le daba más fuerza. Apretando el puño, Izuku se armó de valor.
"Entonces luchemos por eso, Giulio," respondió Izuku con una determinación inquebrantable. "No solo por la isla, sino por nuestro futuro. Te prometo que saldremos de esta juntos."
El Contraataque de los Héroes
Inspirados por sus palabras, Izuku y Giulio formularon un plan arriesgado pero decisivo. Izuku usaría su One For All al 100%, concentrando todo su poder en un ataque directo para distraer a Nine, mientras Giulio canalizaba su energía en una última técnica con sus sombras para sellar definitivamente al villano.
Izuku se lanzó hacia Nine como un torbellino de pura fuerza, liberando un "Manchester Smash" que hizo temblar el suelo. Nine, aunque herido, contraatacó con una tormenta eléctrica que parecía capaz de destruir todo a su alrededor. Pero justo cuando parecía que Izuku estaba a punto de ser superado, Giulio hizo su jugada.
Desde las sombras proyectadas por la devastación de la batalla, Giulio creó una enorme figura, una especie de fénix oscuro que volaba alrededor de Nine, absorbiendo la electricidad y neutralizando sus ataques. El fénix no solo era una manifestación de su poder, sino también un símbolo de la esperanza y del vínculo entre él e Izuku.
El Poder del Fénix Oscuro
"¡Giulio, ahora!" gritó Izuku, viendo cómo el fénix envolvía a Nine con su oscuro resplandor. Giulio, con los ojos brillando de intensidad, extendió ambas manos y murmuró una frase en un idioma antiguo, canalizando todo el poder de sus sombras para sellar el Quirk de Nine dentro de una jaula de energía oscura.
Nine intentó luchar, pero el poder combinado de Izuku y Giulio era demasiado. La jaula se cerró con un destello final, y el fénix emitió un grito ensordecedor antes de desvanecerse, llevando consigo la última chispa del poder de Nine.
Mientras el villano caía derrotado, el cielo, antes nublado por la tormenta, comenzó a despejarse. Los estudiantes de la Clase 1-A se reagruparon, exhaustos pero victoriosos. Todos se sintieron aliviados al ver que la amenaza había terminado, pero nadie más que Izuku y Giulio sintió el alivio que viene cuando el corazón de uno está a salvo.
Un Momento de Paz
Mientras los demás estudiantes se encargaban de asegurar la zona, Izuku y Giulio se encontraron a solas, alejados del bullicio. Se miraron por un momento, sin decir nada, simplemente disfrutando de la presencia del otro. Habían pasado por tanto en tan poco tiempo, y ahora, todo parecía haberse calmado.
Izuku, con una sonrisa tímida pero llena de sinceridad, tomó la mano de Giulio. "Lo hicimos. Lo logramos juntos."
Giulio apretó la mano de Izuku con suavidad y finalmente dejó caer su máscara de seriedad. Una sonrisa genuina se formó en sus labios mientras miraba a Izuku con una calidez que nunca había mostrado antes. "Sí, lo hicimos. Y no podría haberlo hecho sin ti, Izuku."
Los dos se acercaron aún más, y en un impulso, Giulio se inclinó hacia adelante, rozando sus labios con los de Izuku en un beso suave y breve, pero lleno de promesas. Fue un beso tímido, pero que contenía todas las emociones que habían reprimido durante tanto tiempo.
Cuando se separaron, ambos estaban sonrojados, pero sus sonrisas eran más brillantes que cualquier rayo que Nine hubiera lanzado. El mundo a su alrededor parecía menos caótico, menos aterrador. Porque, sin importar cuántas tormentas enfrentaran, mientras estuvieran juntos, sabían que podían superar cualquier cosa.
"Vamos," dijo Giulio, tomando la mano de Izuku mientras se preparaban para regresar con el resto de sus amigos. "Hay un futuro por el que luchar, y quiero construirlo contigo."
Izuku asintió, su corazón latiendo con fuerza, pero esta vez no por el miedo, sino por la certeza de que lo que tenían era real. Y en ese momento, comprendió que había encontrado algo más fuerte que cualquier Quirk: había encontrado un compañero con quien compartir cada victoria y cada derrota.
