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Algunos minutos después Emily y Míriam se fueron a la casa de la primera y me dejaron sola con Finn

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Algunos minutos después Emily y Míriam se fueron a la casa de la primera y me dejaron sola con Finn.

-¿De qué hablaron? -me animé a preguntar mientras me colocaba un poco de hielo en la cara para bajar la pequeña inflamación qué tenía.

-Me dijo que quería que alguien se preocupara por ella como yo me preocupo por ti, se desahogó en pocas palabras -respondió Finn pasándome una mano por el cuello.

-Entiendo -aseguré quitándome la bolsa de hielo de la cara dejándola en el lavabo-. Me voy a maquillar esto, mi mamá va a venir y no quiero que me vea así.

-Ve tranquila mi vida -Besó mi frente y sonreí un poco para después subir a mi habitación.

Pasé un largo rato cubriendo el hematoma qué tenía en la mejilla qué comenzaba a hacerse más grande hasta que lo logré así que suspiré pasándome una mano por el cabello.

Me levanté para acercarme a mi buró observando algunas de mis cosas, unos cuantos collares y fotografías. Además de una muñeca de porcelana qué tenía desde niña que me encantaba.

Me giré hacia la ventana al oír la puerta principal ser tocada y comencé a caminar para bajar.

A mitad de las escaleras vi a Finn y a mi mamá hablando animadamente lo que me hizo sonreír.

-Hija -habló mi mamá al verme y después me abrazó así que le devolví el abrazo recostando mi cabeza en su hombro-. ¿Cómo haz estado?

-Bien, adaptándome a vivir sola -respondí y después cerré los ojos con fuerza.

-Entiendo Cass -Se separó de mi y le sonreí-. Se que me dijiste que no querías que te ayudara porque esto era un paso para ti pero...

Me enseñó tres baldes de pintura y negué con la cabeza, pero ella asintió haciéndome reír.

-Sí Cass, una ayuda no se le niega a nadie, en especial si ese alguien es mi hija -Sonreí mirándola y ella besó mi frente-. Haber, manos a la obra, hay que pintar.

-De hecho yo tengo que...

-Nada -interrumpió mi mamá a Finn haciéndome reír-. Toma una brocha y ayúdanos.

-Tranquilo, si te manchas te pago la lavandería -Me burlé y Finn rió irónicamente por eso-. Ven, ayúdanos.

Mamá salió de la casa y volvió a los segundos con demasiado plástico para ponerlo en el suelo y así evitar qué se manchara de pintura.

Finn suspiró y después se acercó a nosotras tomando una brocha y mi mamá abrió los baldes dejándome ver que la pintura era celeste.

Entre los tres comenzamos a pintar intentando no mancharnos la ropa, pero cubriendo el tono blanco de la pared.

Pasamos horas pintando hasta que cubrimos toda la sala y las partes de la cocina que no tenían baldosa.

Me senté en el suelo mirando el techo, tal vez de blanco se vería bien, además me gustaba la buena iluminación.

Just A Game // Finn Wolfhard. [✔️] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora