Just A Game // Finn Wolfhard. [✔️]

06

Al llegar al comedor nos sentamos junto a Jack y a Emily. El primero dejó caer la dona qué se estaba a punto de comer al ver que nos sentamos juntos tomados de las manos como si fuéramos la pareja más feliz del mundo.

—Esperen, ¿Qué carajo pasó? Hace un día casi se sacan los ojos y ahora...

—¿No dijiste que tenían tensión y que en realidad se amaban? —lo interrumpió Emily—. Voilá.

—¿Quién se resiste a esta carita? —preguntó Finn tomando mis mejillas con su mano y yo me forcé a sonreír sin parecer incómoda—. Es hermosa.

Bajé la mirada sonriendo para fingir estar nerviosa cuando dejó un beso en mi mejilla, se lo estaba tomando muy enserio.

—Pero, pero, pero...

—Se ven bien juntos, otra vez —interrumpió Emily a Jack—. ¿Verdad?

—Sí, pero es extraño... O para mí lo es —respondió Jack y oí la risa de Finn para que después se acercara a mi oído.

—Coopera Cass, por favor, estás muy tensa —pidió y tomé aire para después girar la cabeza quedando a escasos centímetros de su rostro.

—¿Qué quieres que haga? —pregunté susurrando.

—Actúa cariñosa Cass, no pienses en lo mucho que me odias, piensa en como fue nuestro noviazgo —Tragué saliva al oírlo decir eso.

Nuestro noviazgo fue el más lindo que he tenido, todas las cartas a mano que me daba, los dulces, las salidas, los besos. Me gustaba tanto, en especial qué me hiciera sentir suficiente a pesar de que tenía problemas de control de ira, a él no le importaba.

Por eso me dolió tanto cuando me terminó y me dijo que me había engañado, duré meses creyendo que nunca iba a ser suficiente para alguien, mis arrebatos de ira siempre me habían hecho dudar y cuando me dijo que mi problema era que me enojaba por todo me dolió, me dolió demasiado.

—¿Qué tienes? —preguntó Finn pasándome una mano por la mejilla y al mirarlo noté mis ojos cristalizados.

No debí haber aceptado fingir ser su novia, me iba a doler más a mí que a él y lo sabía. Esos ojos que me encantaban y ahora solo veía con rabia por lo que me hizo.

—No me siento bien, voy a mi habitación —hablé para después levantarme y salir rápidamente del comedor limpiándome una lágrima rebelde de la mejilla.

Comencé a bajar al piso de las habitaciones, necesitaba estar un rato sola.

—Cass —escuché a Finn llamarme y después sentí que me tomó de la mano haciéndome dar la vuelta—. ¿Qué pasa? ¿Qué tienes?

—No puedo hacer esto Finn —aseguré soltandome de su mano—. Fingir que nada pasó, no puedo.

—A ver, dime por qué no puedes, ¿Qué te lo impide? —preguntó y apreté los labios conteniendo mis ganas de llorar—. ¿Es la rabia que me tienes?