CITA A CIEGAS

UNA EXTRAÑA CITA

Disclaimer: los nombres de los personajes que aparecerán pertenecen a Masashi Kishimoto, creador de Naruto, todos los derechos de autor son para él. Yo sólo los uso para crear esta historia :)

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Hinata salió de su última clase del día con una sensación de alivio. Había sido un día agotador en la universidad, y lo único que quería era un momento para relajarse. Mientras organizaba sus libros en su mochila, una voz familiar la llamó.

—¡Hinata!

Se giró y vio a Ino, quien parecía particularmente emocionada. Su cabello dorado brillaba bajo el sol de la tarde, y su sonrisa era contagiosa.

—¿Lista para irte? —preguntó Ino mientras ajustaba su bolso al hombro.

—Sí, estoy lista —respondió Hinata con una sonrisa tranquila.

Ambas comenzaron a caminar juntas hacia la salida del campus, charlando sobre sus días. Ino, como siempre, estaba llena de energía y no podía dejar de hablar sobre su cita de esa tarde.

—Estoy emocionada porque voy a salir con Sai —dijo, casi saltando contenta—. No puedo creerlo, pero creo que realmente le gusto.

Hinata la escuchaba con atención, asintiendo de vez en cuando. Aunque no decía mucho, le alegraba ver a su amiga tan entusiasmada. Pero tenía razón, Sai con ella fue muy frío, así que estaba claro que era porque no le agradaba, entonces realmente debía gustarle Ino para que sacara más que solo una conversación y elegirse para la segunda cita. Estaba feliz por ambos.

—También tienes tu cita hoy, ¿no es así? —preguntó Ino de repente, mirándola con curiosidad.

Hinata se sonrojó ligeramente y desvió la mirada.

—S-sí... Me invitó a verlo jugar en el partido de hoy y luego, iremos a comer algo.

—¿Un partido? —la miró sorprendida—. Aún no estoy segura que sea bueno para ti. Los chicos del equipo son unos perros infieles. ¿No recuerdas lo que me hizo Deidara?  

Hinata dudó por un momento antes de responder.

—Yo...

—Bueno —continuó, rectificando rápidamente su comentario al ver la incomodidad en Hinata—, eso me pasó a mí y no tiene que pasarte a ti. Si él te invitó a verlo jugar, seguro que quiere impresionarte. Confía en tu instinto, Hinata.

Hinata asintió, aunque la duda seguía rondando en su mente. Sabía que Ino tenía razón en que no todos los jugadores del equipo eran iguales, pero aún así no podía evitar sentirse un poco insegura. Por otro lado, él había dejado una buena impresión en aquella cita a ciegas y cuando le dieron su número, había sido tan amable y considerado con ella desde que comenzaron a hablar, que no quería prejuzgarlo.

—Gracias, Ino. Intentaré relajarme y disfrutar —dijo finalmente, con una pequeña sonrisa.

—Eso es lo que quería escuchar. Aún así, si te hace algo solo llámame —sonrió, dándole un suave empujón en el hombro—. Ahora, ve y diviértete. Y quiero todos los detalles mañana.

Ambas se despidieron, y Hinata fue hacia la cancha como muchos estudiantes por ahí. Mientras caminaba, revisó su teléfono y leyó el mensaje que él le había enviado hace media hora:

"Por favor, no vayas a olvidar venir al estadio. Quiero que me veas jugar. Y al final, te estaré esperando para tener nuestra cita."

Hinata, con las mejillas sonrojadas, apagó el celular. Se encontraba emocionada y nerviosa mientras caminaba hacia las gradas del estadio, buscando un lugar. Justo cuando estaba subiendo las escaleras, una voz familiar la detuvo.