Android Life [Parte 1]

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El tranquilo silencio de la noche fue interrumpido de manera abrupta debido al inconfundible sonido de varios disparos, aunque este acontecimiento no era lo único peculiar, sino también el lugar de donde provenían.

Una de las bases secretas del Doctor Eggman.

Miles de clones de cierto erizo oscuro, cuya única diferencia con el original era el color de las betas de sus púas, perseguían de manera frenética a uno de los suyos, sin dejar de dispararle.

Incluso los clones no son 100% iguales.

De las tantas copias creadas por aquel horrible hombre, era casí predecible que, al menos uno, fuera diferente al resto. Pero debido a las circunstancias de su situación, se había obligado a si mismo a reprimir esos rasgos de individualidad para evitar las consecuencias.

Hasta que ya no pudo mantener oculto ese secreto, lo que derivo en esta persecución.

Él disfrutaba de sus expediciones al exterior, quería conocer más del mundo más allá de las frías paredes de esta base y conocer más gente que los clones carentes de personalidad con los que convivir a diario. Sin embargo, eso iba en contra de los deseos de su creador, lo que a su vez era percibido como un acto de tradición por el resto de androides, cosa que le obligó a intentar hacer un escape rápido de la base.

Finalmente, logró ver la tenue luz de la luna y el cielo nocturno asomándose por una saluda de emergencia, por lo que se apresuró a acercarse.

El fresco aire del mar golpeó su rostro a modo de bienvenida, dándole una sensación de libertad y esperanza que pocas veces había sentido durante sus pasadas incursionar al exterior junto al resto de sus compañeros androides.
Estaba hecho, finalmente sería libre, solo debía patinar sobre el agua tal y como su versión original hizo en du momentos, alejarse de ese maldito lugar y explorar el mundo, simple, por lo que se apresuró a correr hacia la orilla.

No obstante, cuando estuvo a punto de arroparse al agua, sintió un golpe seco sobre su cabeza seguido por un molesto y constante zumbido, causando que perdiera el equilibrio para posteriormente caer al mar con un golpe seco.

No fue ninguna casualidad.

Uno de sus tantos compañeros, quién estaba asignado como un francotirador, había propinado un disparo certero a la cabeza de ese "traidor".

Ahora, el destino de aquel androide quedaba en manos del mar y las estrellas.

[...]

El reconfortante sonido de las olas rompiendo en la orilla de una playa de arena suave y blanca llenaba el ambiente de un agradable aroma a sal marina, mientras que un cielo despejado y el brillo del sol terminaban de decorar lo que, aparentemente, sería un tranquilo día.

Momento ideal para salir a dar una caminata antes de comenzar con las responsabilidades diarias.

--- Que maravilla de día hace ---. Canturreo una voz femenina, quién ingresaba al lugar a paso lento.

Se tomó un momento para observar el panorama, la playa estaba vacía, lo que significaba que nadie iba a interrumpir su momento de tranquilidad antes de sumergirse en su trabajo.

--- Que bien, tengo la playa para mi sola ---. Sonrió.

Sin embargo, antes de que pudiera dar siquiera un paso, su mirada se poso en el mar de manera inconsciente.

--- ¿Eh? ---. Arqueo una ceja. --- Parece que el mar está arrastrándo algo... ---. Comentó al mismo tiempo que entrecerraba los ojos con tal de identificar lo que sea que las olas estuvieran arrastrándo. --- Es... ¿Una persona? ---.

Lentamente, la silueta oscura de lo que parecía ser un cuerpo, comenzaba a hacerse visible entre la espuma marina, acabando por confirmarse cuando esté finalmente llegó a la orilla.

--- ¡Oh por Chaos, si es una persona! ---. Chilló alarmada, apresurandose a acercarse.

Una vez estuvo frente al cuerpo, se apresuró a tomar los signos vitales de aquel curioso extraño. Afortunadamente seguía con vida pero we notaba que estaba muy malherido, cosa que sólo le generaban más preguntas que respuestas.

En cualquier caso, no iba a dejarlo tirado en este lugar, su pueblo natal no estaba muy lejos por lo que era la opción más rápida y sencilla.
Sin perder tiempo, aquella jóven se las arreglo para subir a aquel erizo a su espalda, para luego comenzar a caminar lo más rápido que sus piernas le permitirán en dirección a su hogar, rogando que aquel extraño pudiera resistir el camino.

Con algo de suerte, llegaría a tiempo.

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⏰ Última actualización: Oct 20 ⏰

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