Ojo por ojo

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—Que va tia! sólo por hoy!— dijo refunfuñando Lamine a mi lado. Hace una hora estaba suplicando que use su camiseta para el partido de hoy. No entiendo el fanatismo que tienen los futbolistas por sus propias camisetas.

—Deja de molestar.— me hice a un lado queriendo que no me golpee más el brazo como lo estaba haciendo. No era un capricho, tenia mis argumentos para no querer usar camisetas que no me corresponden.

Yo fuí deportista, sé lo que es usar y representar los colores de un club o una selección, y no me lo tomo a la ligera. Como ni siquiera miro fútbol, no me compete ese escudo. No era tan dificil se entender. Pues para Lamine, si.

—Mira a Greta, le queda chulisima.— dijo apuntando a la rubia que tenía puesta la azulgrana con el dorsal 6. Claramente para ella, eso no era más que una prenda de vestir. Solo rodé los ojos aguantando la paciencia. —¿Por favor?— hizo ojitos de perro, pero mi decisión no estaba disponible para el debate.

Estabamos yendo al estadio en el cual el Barcelona iba a jugar dentro de unas horas. Era el último partido antes de las mini vacaciones que se iban a tomar los jugadores, o por lo menos Lamine y su grupo cercano. Solo era un amistoso para cerrar la temporada, asi que mis amigas rápidamente se sumaron al plan, diferente a mi, que me negué un poco más. Sabido es que cada vez que piso un predio, me sacan fotos y las difunden por las redes. Ya era rutinario y me venía haciendo la idea de que era lo más probable, pero no dejaba de ser un poco molesto.

Llegamos al lugar y luego de saludar a Lamine, nos dirigimos a las tribunas. Esta vez estariamos cerca de los jugadores, ya que no había más espacio en el palco. Nos acompañaban como siempre Aurora y Sira, con quienes mis amigas llevaban una animada conversación. Asi como también habia más familiares de los jugadores que también se habian quedado afuera del palco.

Cuando llegamos no divisé mucho quienes estaban ahi, solo saludé a quienes me eran familiares, pero luego de un rato empecé a notar más presencias conocidas. Estaba la familia de Pedri a nuestro lado. Conocía a su mamá tan solo de vista y a Fer, pero también habia un señor que supuse que era su padre, y de verdad hubiera querido que la lista de conocidos se detuviese ahi, pero no fué asi. Clara también estaba allí.

Podia ver que la rubia tenia una charla muy entretenida con Fer, parecia que se llevaban bien, lo que reforzó la paranoia. Claramente ella no era solo la abogada de Pedri, no era normal tener esa confianza con su familia. Quise ignorarlo, pero una molestia me recorria el cuerpo. No sabia a qué se debía, puesto que la muchacha ni siquiera me habia registrado, y gracias a dios, pero que esté ahi ya me era un engorro. Ella me caía mal, ya estaba determinado. Pero a su vez, supongo que naturalmente, a raíz de lo sucedido con Pedri, no puedo negar que a lo mejor hay algún tipo de tensión adicional. Aunque llamarlo celos, como dijo Greta, es una exageración.

Pasaron los minutos y empezó la entrada en calor de los jugadores. Ese fué el momento en el que podian ver a las tribunas y saludar desde el campo, ya que después deberían concentrarse en el partido.

Vi pasar al desfile de jugadores por enfrente nuestro, pero no divisé a mis conocidos. Veo mal de lejos.

No fué hasta que Greta me golpeó el brazo para llamar mi atención y apuntar con su dedo hacia donde estaban que pude verlos. Ahi estaba el plantel, Lamine, Gavi, Ferran y Pedri.

Estaban a una distancia en la que no podían vernos, además de que estaban ocupados haciendo el calentamiento. Nosotras los observábamos de lejos. Cuando terminaron con lo suyo fué cuando se pudieron acercar un poco más para saludar a las gradas.

Lamine fué el primero en llegar. Saludó muy animado a quienes estaban ahi, pero cuando se encontró conmigo, me mostró el dedo del medio.

Idiota.

Recíproco - Pedri GonzalezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora