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Minho estaba sentado en la cocina de Jisung, observando cómo su amigo rebuscaba entre los ingredientes con una energía imparable. Habían decidido hornear un pastel de fresas juntos, como Jisung había propuesto en su última reunión en el café, pero Minho no podía dejar de sentirse tenso, como si cada paso en la cocina fuera un recordatorio de la confusión que lo dominaba.

“ ¡Aquí está! ” exclamó Jisung, levantando un paquete de harina como si hubiera encontrado un tesoro. “ Ahora sí, estamos listos para empezar ” Jisung no dejaba de moverse, hablando sobre las técnicas de horneado, la importancia de medir los ingredientes y de seguir los tiempos exactos en el horno. Mientras tanto, Minho se limitaba a asentir, sumergido en sus pensamientos. Estar ahí, en la casa de Jisung, rodeado de ese ambiente hogareño y acogedor, solo hacía que se sintiera más culpable por lo que había ocurrido con Jeongin.

“ ¿Minho? ” Jisung lo miraba con curiosidad, sosteniendo un bol de vidrio lleno de azúcar. “¿Estás listo para empezar? ” “ Sí, claro “ murmuró Minho, tratando de forzar una sonrisa. Se acercó a la mesa donde Jisung había dispuesto todo y tomó uno de los recipientes. La idea de hornear juntos le había parecido aterradora al principio, pero también una especie de oportunidad para pasar tiempo con él, aunque ahora, más que emocionado, se sentía al borde de derrumbarse. “ ¡Perfecto! ” Jisung le sonrió “ Vamos a empezar mezclando los ingredientes secos. Es fácil, lo vas a hacer genial.. ”

Mientras Jisung explicaba, Minho seguía sus instrucciones en silencio. Mezclaron la harina, el azúcar y los demás ingredientes, y Jisung bromeaba con la facilidad de alguien que había hecho esto mil veces. Pero para Minho, cada pequeño movimiento se sentía más torpe de lo normal. Sus pensamientos no dejaban de vagar hacia la noche con Jeongin, y cómo, a pesar de haber estado con otro chico, Jisung seguía siendo el único que le importaba realmente.

“ ¿Sabes? “ dijo Jisung, rompiendo el silencio mientras batía los huevos en un bol. “ Me alegra mucho que estés aquí. Pensé que ibas a decir que no, pero me alegra que aceptaras venir.. ” Minho miró a Jisung, sus ojos iluminados por la pasión que sentía al hornear, y no pudo evitar sentir una punzada de arrepentimiento. ¿Cómo podía estar al lado de este chico, alguien tan genuino y alegre, y aun así haber hecho algo que lo llenaba de remordimiento? “ Sí, yo también estoy contento de estar aquí “ respondió Minho, aunque su voz sonó más apagada de lo que quería. Jisung no parecía notarlo, concentrado como estaba en la masa que comenzaba a formarse.

Durante los siguientes minutos, trabajaron juntos en el pastel. Jisung le pedía que añadiera los ingredientes, que mezclara con cuidado, y cada vez que Minho cometía un error, Jisung se reía con cariño, asegurándole que no pasaba nada, que era parte del proceso. A pesar de la tensión interna de Minho, no pudo evitar sentir que el ambiente en la cocina era cálido, casi familiar.

“ Ahora viene mi parte favorita “ dijo Jisung con una sonrisa mientras sacaba las fresas frescas. “ Vamos a cortarlas y ponerlas en la parte superior del pastel ” Minho lo observó, preguntándose cómo alguien podía estar tan entusiasmado por algo tan simple. Mientras cortaban las fresas, el sonido del cuchillo sobre la tabla parecía llenar el aire de una tranquilidad incómoda para Minho. El silencio le daba demasiado espacio para pensar, para reflexionar sobre lo que había hecho y sobre cómo se sentía estar al lado de Jisung sabiendo que le ocultaba algo.

“ ¿Sabes? “ Jisung habló mientras cortaba una fresa por la mitad. “ Creo que eres mejor en esto de lo que pensabas ” “ ¿De qué hablas? “ preguntó Minho, intentando seguirle el ritmo, aunque por dentro luchaba con el nudo en su estómago. “ De hornear.. Lo estás haciendo genial. Me sorprende que no lo hagas más seguido “  Minho soltó una risa nerviosa. “ No lo sé… No es lo mío “  “ ¿Ah, no? “ Jisung levantó una ceja. “ Bueno, lo estás haciendo bastante bien, eso te lo aseguro.. ”

Pastel De Fresas - Minsung. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora