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¡No puede ser!

Su primera reacción fue cerrarle la puerta, pero Hinata reacciono pateando la puerta con demasiada fuerza lo que provoca que Hanna tropezara hacia atrás

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Su primera reacción fue cerrarle la puerta, pero Hinata reacciono pateando la puerta con demasiada fuerza lo que provoca que Hanna tropezara hacia atrás.

—¡No! –se tambaleo chocando con una mesita. Hasta que cayó en el suelo.

—Valla, ¿Es así como me recibes? - fingió estar dolida con la reacción de su progenitora. —Creí que estarías eufórica con mi presencia. ¡Mi hija, mi hija esta viva!

Hana no hacía nada más que mostrarse aterrorizada.

—¿Pero a quien engaño?, Si tu querías eso, querías verme muerta ¿No? Después de todo ese siempre ha sido tu mayor sueño, ¿No madre?

Ni siquiera podía hablar, estaba en shock mientras Hinata cerraba la puerta y caminaba a ella.

—Lamento decepcionarte, pero... estoy viva, viva. ¿Y qué crees? Vengo por lo que es mío ¡Eres una maldita perra!, ¿Creíste que me quedaría de brazos cruzados? Yo, pudriéndome en ese sitio mientras tú te llevabas a mi hijo. ¡A mí hijo! ¡Mío!

—Por favor Hinata, yo... l-lo...

—Ja ¿Pero qué estás haciendo? ¿Tú? ¿Estas tejiendo? Oh por favor. -Hanna instintivamente se llevó su tejido al pecho. —¿Así que ahora eres actriz?, una abuela amorosa, una mujer excepcional ¿Quién lo iba a decir? La gran Hanna una mujer de enorme corazón, los Uzumaki no saben la clase de basura que eres.

—Lo siento, pe-perdóname hija lo...

—¡CALLATE! –le dio una cachetada que le hizo ladear la cara. —¡EN TU MISERABLE VIDA ME VUELVES A LLAMAR HIJA! ¡Me jodiste la existencia! ¡Tú y ese mal nacido! ¡Ustedes me hicieron desear la muerte! ¿Cómo se te ocurre llamarme así? ¡Cuando jamás demostrarte ser una madre!

Hanna comenzó a llorar mientras se sujetaba la mejilla.

—¿Lloras? ¿Pero si las hienas no tienen corazón? Dime acaso es por qué no lograste tu objetivo, te quedaste sin un centavo, oh, por eso estas aquí, para ver si se apiadan de ti y te dan algo ¿No?

—Lo siento, lo siento hij... perdóname, perdóname por favor. –expreso aun desde el suelo.

—Tarde, muy tarde, como dije solo he venido por mi hijo. –dijo mientras caminaba hacia las escaleras.

—¡No! –Hanna corrió interponiéndose en su camino, extendió los brazos mostrando su postura, Hinata la miro con una ceja arqueada mientras sonreía.

—¿Es en serio esto? –su tono burlón seguía ahí. —Quítate.

—No, no lo hare. No permitiré que le hagas daño.

—¿Daño? Soy su madre, es mío. ¿Crees que somos iguales? ¡No! ¡Tú y yo no somos iguales! ¡Yo no soy una puta para abandonarlo a su suerte! No te equivoques Hanna, te repito lo mismo que te dije en esa clínica de mierda. Yo sí amo a mi hijo, yo sí lo cuidare ¡Porqué lo amo! ¡Porqué es mio! !Y PORQUÉ SERE MEJOR MADRE QUE TÚ¡ ¡AHORA APARTATE DE MI CAMINO!

LYCORIS ODonde viven las historias. Descúbrelo ahora