Capítulo 20: La victoria de los bastardos

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La exacerbada seriedad con la que el padre miraba al escenario, le abrumaba. No podía dejar de pensar en todo aquel discurso que le había dado momento atrás. Por más guasón que este demostrara ser, en el fondo no era otra cosa más que un muy colorido mafioso, con una empresa qué cuidar y clientes difíciles de complacer. Aquella pelea sería la última de la noche, y tanto el como los invitados, esperaban el mayor baño de sangre de sus vidas, que apaciguara su deseo de sangre.

¿Cuanto le habrían apostado a los peleadores? ¿Que tanto dinero había en juego esa noche? Una vez terminada la pelea, ¿qué harían los invitados? Todas aquellas preguntas se formulaban una a una en su mente, imaginándose que después de la pelea, todos se reunirían a celebrar alguna orgia en los camerinos. Quería salir de aun en cuanto antes. "Termina con el ultimo y salgamos de aquí de una vez" pensó refiriéndose al hermano mayor quien aun no salía al escenario.

Debía ser sincera. Por mas que la idea le hiciera punzar la cien, deseaba que este fuese el ganador. Aunque disfrutara de verlo recibir una paliza, cosa que ella había querido hacer en su momento, tambien debia admitir que de tener dinero, le habría apostado todo al vampiro, y es que aquel despliegue de sus habilidades le había dejado en claro que no era como ninguno de aquellos eslabones.

Una introducción musical ambientó el escenario, con unas luces rojas posadas sobre unos grandes tambores que resonaban al son del wadaiko. Su ceño se frunció incrédula. El wadaiko era un ritmo folklorico japones, usado en ceremonias religiosas, era ofensivo escucharla como introducción a una masacre. ¡Que osadia! Los jóvenes que tocaban dicha música, no cabia duda que eran otros dos miembros de la logia, con todo el torso desnudo tatuado con una gran cantidad de símbolos tribales hasta sus cuellos, y sobre sus caras, unas mascaras de madera negra barnizada, con sus cabezas rapadas y solamente una trenza tejida en el centro de esta a modo de cresta.

De pronto, detrás del telón, las luces cambiaron su dirección, dejando ver dos delgados cuerpos, uno más pequeño que otro, mirándose sin distracción. Aquellos eran Abadon, el contendiente ganador de la primera ronda, y el que hasta ahora el mayor invicto de la noche. Así como él, quien aun conservaba su apariencia, siendo esta un reflejo de la japonesa.

Abadon se arrodilló, posando su puño sobre el piso del escenario. Una vez más, Adam se reusó a imitar el saludo. En cambio, este simplemente levantó sus puños, manteniendo su guardia en alto.

—¡Peleen!—exclamó la delgada figura tatuada con ojos llenos de excitación.

Dicho esto, y aun en el suelo, Abadon se abalanzó sobre Adam, destinando un primer golpe hasta su rostro, acto que el vampiro desvió con una patada a la mandíbula del destructor. Este dio un traspié hacia un lado, apenas limpiando la comisura su labio para luego volver a intentar encestar un gancho, esta vez a un costado, acto que, nuevamente el vampiro desvió devolviéndolo con una patada trasera a su hombro. A pesar de la evidente diferencia de estaturas, le bastaba con saltar y asestar el golpe en sus puntos débiles. La japonesa miraba con atención como es que sus cortas piernas podían llegar a tener aquella fortaleza siendo utilizadas por "él". Cuidar sus puntos vitales, aquella parecía ser la estrategia del vampiro, quien no había permitido que el destructor se acercara ni siquiera a un metro. No obstante, justo cuando parecía que la siguiente patada volvería a estampar su rostro, el destructor había leído sus intenciones, agachándose para esquivar el golpe y tomarlo del tobillo, para así tirarlo del lado contrario del escenario.

Un golpe seco sonó contra el suelo, así como el crujido de la madera, haciendo que incluso se levantara algo de polvo. Aquello la había hecho sentir un dejavu. "Aquí vamos de nuevo" pensó para si misma recordando la estrategia del vampiro, quien no se levantaba.

—Wooooooa, Abadon no se ha hecho esperar en esta oportunidad! ¡La contrincante ha caído a más de cinco metros de distancia del golpe!

"¿Que esperas idiota, a quién crees que engañas?" pensó la japonesa arqueando una ceja, sosteniendo su mejilla un tanto aburrida.

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⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

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Bloodmask: La logia de los niños de la nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora