𓏲 ࣪₊ 20 𝗱𝗮𝘆𝘀 𝗼𝘁𝗽 𝗖𝗵𝗮𝗹𝗹𝗲𝗻𝗴𝗲 | 𝐖𝐎𝐎𝐋𝐈𝐗

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"𝚛𝚎𝚐𝚊𝚕𝚊𝚗𝚍𝚘 𝚏𝚕𝚘𝚛𝚎𝚜"

Genshin Impact AU

Wooyoung empujó la puerta de la floristería, y el tintineo del timbre resonó suavemente por todo el lugar. El aire estaba impregnado de tierra húmeda y pétalos recién cortados, creando un ambiente dulce y acogedor. Desde afuera, la tienda parecía pequeña y modesta, pero al cruzar el umbral, Wooyoung se encontró en un espacio amplio y vibrante, donde estantes repletos de flores y acuarios se alzaban casi hasta el hermoso techo del establecimiento, toda una arquitectura rica y deslumbrante.

Mientras caminaba entre los estantes repletos de flores, sus dedos rozaron los pétalos de unas Rosarcoiris. No pudo resistir la tentación de inclinarse y disfrutar de su delicioso aroma; amor a primera vista, sin duda.

Su viaje hasta Fontaine había sido, hasta ahora, sumamente enriquecedor y atrapante. No se arrepentía de visitar primero a su nación vecina, pues desde aquí podría dirigirse a Liyue con facilidad después de cumplir algunos encargos en la nación del agua. Así que aquí estaba, explorando la única floristería de la capital antes de dirigirse a la Galería Vasari de la Corte de Fontaine para comer algo antes del anochecer.

-¿Pasearme por la ciudad con un ramo de Rosarcoiris sería demasiado extraño? -se preguntó, con un ligero nerviosismo. Esperaba que llevar flores no fuese algo poco común en Fontaine; apenas llevaba tres minutos en la tienda y ya deseaba llevarse todas las malditas flores que veía.

-Las Rosarcoiris nunca son una mala elección -intervino una voz suave desde el mostrador.

Wooyoung desvió la mirada hacia un joven de cabello rubio que preparaba un ramo de lo que se sorprendió al darse cuenta eran Rosas de Sumeru. Una sonrisa se extendió por su rostro mientras se acercaba al amplio mostrador de mármol para observar más de cerca las flores que eran sus favoritas.

-Aunque las rosas de Sumeru no tienen nada que envidiarles -respondió él, guiñando un ojo.

El rubio asintió, sin apartar la vista de su trabajo. Ató un delicado lazo morado alrededor de los tallos antes de recostarlas sobre un hermoso papel. -Es curioso ver a alguien como tú aquí. Normalmente, los aventureros no se interesan tanto por las flores.

Wooyoung esbozó una sonrisa traviesa, acercándose un poco más. -Puede que sea un aventurero diferente. O tal vez las flores son una buena excusa.

El coqueteo provocó una pequeña risa en el joven, quien finalmente levantó la mirada para encontrar los profundos ojos de Wooyoung. -¿Esa es la razón por la que querrías venir aquí, entonces?

-Podríamos decir que he encontrado más de lo que buscaba -respondió Wooyoung, apoyando los codos en el mostrador. Su sonrisa se mantuvo firme, al igual que un brillo de suficiencia en sus ojos al ver al rubio enrojecer adorablemente frente a él.

-¿Y qué flor deseas llevarte, uhm? -preguntó el rubio, inclinándose igual que Wooyoung sobre el mostrador.

A ti, para empezar. -Un ramo de Rosarcoiris -respondió Wooyoung sin dudar-. Nunca son una mala elección -repitió las palabras del joven.

Aquello pareció divertir al rubio, quien rodó sus ojos con una sonrisa, aunque el leve rubor en sus mejillas no había desaparecido del todo. -Rosarcoiris... -repitió, caminando a un lado del mostrador para acercarse al estante lleno de dichas flores-. Estas flores son sumamente populares en Fontaine.