Sparkling Angel | Transformers One |

3

"Soy Sentinel Prime"

Su voz, su designación y movimientos era algo que Dante podía recordar con claridad. Un bot de Iacon, de una ciudad qué jamás había visto y la cual no tenía el mínimo interés. Ese mech qué lo había ayudado sin ninguna necesidad de "pago". Su aroma, sus ópticos ¿Por qué no dejaba de pensar en él? Debía de admitir que aquel desconocido había sido el único capaz dejarlo inquieto con comentarios tan simples.

Un Prime. Un buscador de la matrix del liderazgo.

Aquel bot tenía un aura muy extraña, difícilmente podía creer si lo que decía era verdad pero le causaba mucha intriga. No quería admitirlo pero estaba sintiendo unas inmensas ganas de volver a salir del clan e ir a buscarlo. Quería conocerlo ¿Le gustara mirar el cielo? ¿Le gustara tomar energon mientras habla de su vida? ¿Quien es su inspiración para ser lo que es? No quería apartarlo de su mente, tenía la esperanza de que el destino los haría encontrarse en cualquier momento.

En cuanto llegó al clan fue recibido por su creadora, aquella femme de armadura celeste y ópticos amarillos lo rodeo con sus brazos y pegó su frente con la de su hijo.

-Dan, pensé lo peor.-

-Tranquila.-El azulado la abrazó.-Yo nunca te dejaría. Mucho menos sin avisar o dejando toda la carga de papá.-

-¿Estás bien?-

-Si, necesitaba estar solo unos momentos. Me siento mejor.-Dante caminó a su lado, ella lo tomó del brazo.

-¿Qué pasó en tu recorrido?-

-Nada, solo vi el exterior, es todo.-Dante siguió caminando con ella a su lado, en algún momento ella se inclinó hacia él oliendo su armadura.

-Dante, hueles a bot.-

-¡Mamá, no!.-El azulado se separó de ella y mostró las manos, su madre tenía una genuina cara de impresión.-Tal vez se me pegó el aroma de la superficie jaja.-rio nervioso.-¿Sabes? E-estoy cansado, nos vemos en la mañana ¡Adiós!.-

La femme lo miró con una sonrisa de complicidad, no hacía falta cuestionarlo. Su hijo era joven y era seguro que tarde qué temprano iba a buscar al dueño o dueña de su spark, aquel capaz de tranquilizar a la bestia. No estaba enojada con su hijo, al contrario, se sentía tranquila de que haya llegado feliz sin mencionar detalles. Todavía podía recordar su pasado cuando conoció a su sparkmate hace mucho tiempo, fue solo una expedición y fue lo suficiente para que ambos se conectarán de manera definitiva.

...

Después de sus deberes como rey la noche estaba a punto de caer por lo que no estaria mal volver a salir del clan para probar suerte. Si pensó que estaba siendo escurridizo para fugarse, estaba muy equivocado. Su madre le vio escapar pero ella no dijo nada, tan solo sonrió y se dirigió a la medbay para monitorear a su consorte.

Dejaría a su hijo divertirse un poco.

Mientras tanto, el cyberwolf azul atravesó su intenso bosque para llegar a las desoladas tierras donde sólo cruzaba un tren que provenía de Iacon, se dirigió yendo a la par hasta que saltó sobre los vagones de carga y se sentó sobre sus cuartos traseros. La vista era un lujo, el ocaso estaba por llegar, mientras el tren continuaba su recorrido a lo lejos percibió la ciudad fantasma por lo que saltó y corrió hacia ella. Tenía que evitar el contacto o tanta cercanía con ese bot pues a veces olvidaba que los cyberwolfs tenían el olfato muy desarrollado. Fue al mismo lugar donde se había encontrado con el bot ese y ahí se echó esperando algo que resultaba imposible ¿Cómo es que tenia la certeza de que él aparecería? Quería conocerlo, conversar un poco...saber porque fue su último pensamiento antes de recargar y su primer pensamiento al despertar.