El silencio en la suite era denso, casi asfixiante.Lando estaba sentado en el borde de la cama, con los codos apoyados sobre las rodillas y la cabeza gacha. A su lado, Charles miraba por la ventana, su mirada perdida, como si la ciudad de París al otro lado del cristal fuera un paisaje distante e irreal. El hermoso lugar que habían anhelado visitar por semanas ahora no era más que una colección de edificios sin color. Una ciudad fría y carente de emoción. O tal vez era Charles el que había perdido esa chispa; ya no sabía distinguir entre lo que sentía y lo que era real. Culpen a su trastorno, aquel que, sin importar las horas de consulta o las pastillas, nunca se iba. Nunca se iría.
Ninguno de los dos decía nada. Las palabras eran inútiles para describir lo que sentían. Solo el peso de lo que estaban viviendo llenaba la habitación, sofocante y opresivo. Lando había dejado de llorar, o al menos de forma física. Aun así, el nudo en su estómago seguía ahí, presionando como un recordatorio constante del dolor. Quería volver a llorar, pero su cuerpo estaba demasiado agotado.
En las últimas 72 horas, las redes sociales se habían convertido en un campo de batalla. Videos fuera de contexto, rumores infundados y comentarios malintencionados los habían colocado en el centro de atención de toda la industria. No solo sus carreras, sino sus vidas personales estaban siendo diseccionadas y juzgadas por millones de personas que no los conocían en absoluto. Comentarios hirientes y noticias absurdas circulaban por todas partes. Incluso habían recibido miles de mensajes directos en Instagram cargados de homofobia y amenazas veladas.
"¿En qué momento todo se descontroló?" murmuró Lando, con la voz quebrada por el cansancio.
Charles no respondió. Su mente era un torbellino de pensamientos oscuros, reproches y recuerdos que lo ahogaban. Sabía que esta tormenta no era culpa únicamente de los medios o de los fans; una parte de él sentía que era inevitable. Habían jugado con fuego durante demasiado tiempo y ahora estaban pagando el precio. Él estaba pagando el precio nuevamente, por ser quien era, por ser diferente.
"Tal vez..." susurró al fin, con los ojos aún fijos en la ventana "Tal vez esto sea lo que merecemos."
Lando lo miró, incrédulo.
"¿Qué? ¿De qué estás hablando?"
"Míranos, Lando" Charles dejó escapar una risa amarga "¿Qué esperábamos? Hemos estado viviendo en una burbuja, como si el mundo no pudiera tocarnos. Pero siempre lo hace, tarde o temprano. Y nosotros no somos normales. Lo sabes. Tal vez todo lo que dicen sea cierto... y merecemos el odio. Al menos yo."
Lando sintió el nudo en su garganta apretar más. No podía soportar ver a Charles así, tan derrotado, consumido por la culpa. Quería decirle que todo estaría bien, que encontrarían la manera de salir de esta. Pero la verdad era que no lo sabía.
"No tienes que cargar con todo tú solo" susurró, apoyando su mano en el hombro de Charles "No eres el único que está sufriendo."
Charles cerró los ojos, dejando que el peso de esas palabras lo atravesara. Durante tanto tiempo había sentido que debía ser fuerte por todos, que su dolor no importaba mientras pudiera proteger a los demás. Pero ahora estaba roto y no sabía cómo seguir adelante. Ese sentimiento oscuro que creía haber dejado atrás lo estaba consumiendo otra vez.
Lo más difícil en esos días era comer. Los trabajadores del hotel se habían encargado de traerles tres comidas diarias, por pedido de Kimi, pero los platos seguían intactos en la mesa. Ni Charles ni Lando habían tenido la fuerza para obligarse a comer. Después de que Lando vomitara de puro estrés la noche anterior, cualquier intento de alimentarse parecía inútil.
★
Mientras tanto, Carlos se paseaba de un lado a otro en su habitación, el teléfono en la mano, mirando las notificaciones sin parar. Las redes sociales estaban inundadas de rumores, teorías y videos manipulados sobre la supuesta relación de Carlos Sainz, el modelo con Lando Norris, comentarios ofensivos y amenazas de fans no paraban de llegarle a todas sus redes sociales.
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𝐁𝐫𝐢𝐥𝐥𝐨 𝐀𝐮𝐭𝐞𝐧𝐭𝐢𝐜𝐨 - ꜰᴏʀᴍᴜʟᴀ ᴏɴᴇ
Fanfiction❝En las deslumbrantes colinas de Hollywood, donde los sueños se tejen con los destellos de las luces de neón, se encuentra un dúo musical que desafía los límites del éxito y la autenticidad. Charles Leclerc y Lando Norris, conocidos como "Neon Echoe...