Capítulo 15

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Camila se encontraba cenando con Víctor. El hombre solamente se podía fijar en la dulzura de la joven, su sensibilidad e inocencia

-Cuéntame, pequeña, ¿Kai te trata bien?

Camila al escuchar eso, deja sus spaghetti carbonara y se limpia con educación sus labios

-Puedes ser sincera conmigo

Contestó el hombre, con la intención de que ella confíe en él

-Bueno, la verdad es que no

Respondió la chica, algo que a Víctor le había molestado

-Siempre me exige, también trata de pegarme y es un pervertido, que cada vez que quiere y se le presenta la oportunidad, me toca

-Y eso no te gusta, ¿cierto?

Ella se negó y siguió comiendo

-También golpea a mis compañeras y no me gusta ver eso, porque ellas son muy buenas conmigo y no merecen ser maltratadas, por alguien tan ruin como él

-Claro, estoy de acuerdo contigo. Hablaré con él, pero quiero que me prometas una cosa

La chica lo miró

-Nada más que te obligue hacer algo que no quieras, tú me llamas

-Pero, no tengo celular. Él me lo quitó y lo rompió

Respondió la chica con un atisbo de tristeza

-Compraré uno especialmente para ti

-No, señor. No hace falta

-Por supuesto que sí. Ángel, me has agradado y quisiera, claro si tú me lo permites, pues quisiera que tengamos más cenas así

-Este lugar es hermoso

Comentó la chica mirando el lujoso restaurante al que él la había traído, en la parte Sur

-Nada comparado a los muchos que quisiera llevarte, ¿aceptas?

-Seremos como, ¿amigos?

El hombre sonríe, mostrando una sonrisa amable

-Por supuesto, pequeña. Seremos lo que tú quieras, ¿ok?

Camila asintió

-Dime, ¿qué te gustaría ahora mismo?

-¿A-ahora?

Víctor asintió y la chica suspiró, llevando una mano a su rostro con una expresión de cansancio

-La verdad, estoy muy cansada y el hecho de tener que estar durmiendo en una cama tan dura, me quitan las ganas de todo

-Eso está solucionado. Hoy no dormirás en el club

Ella abrió sus ojos y formó una sonrisa

-¿Ah no?

El hombre negó con una sonrisa complaciente

-Vas a dormir y ser atendida por mi propio hotel, ¿has dormido alguna vez en una suite presidencial?

La chica negó sonríendo

-Bueno, ya es hora

-Pero, ¿tendré que dormir con usted?

El hombre sonriendo negó

-No, para nada. Yo tengo mi propia casa, sólo te voy a ayudar y siempre que desees puedes dormir allí, ¿mañana qué día es?

-Mmm, sábado

-Perfecto, te quedarás hasta el lunes

-¿Y cuánto tengo que pagar? Es que, no tengo dinero

Fake GirlfriendDonde viven las historias. Descúbrelo ahora