Capítulo 12

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Nicolás llega junto con su hermana a la casa, después de ir a la farmacia a comprar los medicamentos para ella y también hicieron la compra

-Hermana, debo salir. Tengo que buscar a ese policía, que Kath tanto quiere ver

Comentó él y se adentraban a la cocina. Deja las compras en la isla de la cocina

-Antes, tenemos que hablar. Iré a acostar a Noah. Prepara té

Nicolás asintió. Luego, se sentaron atrás en la terraza de la casa, dónde tenían un pequeño jardín y se podía respirar el aire fresco del día

-Aquí estamos, ¿de qué me querías hablar?

Sofía con una sonrisa tomó las manos de su hermano

-Hay cura para mi enfermedad

Nicolás sonrió feliz

-¡Eso es una gran noticia, hermanita!

Él se levantó, la cargó en sus brazos, dió varias vueltas y ríeron

-¡Bájame, tonto!

Pidió ella entre carcajadas y riéndo aún vuelven a tomar asiento. Se calman

-Pero, ¿cómo es eso? Cuéntame

Pidió él con emoción y Sofía bebió de su té de menta para luego decirle:

-Estuve hablando con el doctor. Dice que hay un plan de recuperación

-Genial, ¿ya te apuntaste?

Sofía negó

-Aún no. El precio de todo es de 21000$

La sonrisa de Nicolás fue disminuyendo poco a poco

-¿Cómo?

Sofía asintió

-Sí, ese es el precio de la vida

Él llevó sus manos a su rostro con tristeza y frustración. Deslizó sus manos por sus cabellos castaños

-¿De dónde sacaremos tanto dinero, por dios?

Él miró a Sofía

-¿De cuanto es el tratamiento?

-6 meses

-¿Es efectivo?

Ella asintió

-100% de efectividad

Nicolás afirmó con su cabeza baja

-Lo conseguiré. Por supuesto que sí

Ella se queda pensando en si decirle o no, pero debía hacerlo

-Estaba pensando en pedirle el favor a Elena

Nicolás miró a su hermana

-¿Elena?

Sofía asintió

-Ella dijo que cualquier cosa, que recurramos a ella. Ahora la necesitamos, Nico

Él se quedó pensando y terminó por asentir

-Podríamos coger el dinero de la cuenta, pero eso es de Noah y Kath

-Cierto

Ellos dos se abrazan fuerte

-Me encargaré de hablar con ella, ¿ok?

-Ok

Siguieron conversando mientras tomaban el té. Nicolás llegó a su habitación y agarró su casco integral negro que estaba guardado. Fuera de la casa, él se llega a su moto, se sube en ella, se coloca el casco, saca algo de su chaqueta y mira la foto del policía que tiene que buscar

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