Capítulo 41

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Charlotte's POV:

Estaba más que nerviosa en el auto de camino a la casa de Rebecca donde iban a hacer aquella pequeña celebración que básicamente consistía en comer, ver películas y jugar a algunos juegos algo tontos, pero la sorpresa iba a ser que Engfa no sabía exactamente el día que venía y esperaba que le hiciera ilusión verme.

Snack iba a mi lado, conduciendo su vieja ranchera, aunque ahora tuviera más pasta que antes, me dijo que no iba a cambiar esta chatarra por nada del mundo, oye, y si se pone así, yo lo respeto completamente.

Toqué en el bolsillo de mi chaqueta de cuero la pequeña cajita que había para asegurarme de no haber olvidado el regalo para Engfa, una vez llegamos a la casa de Rebecca y vi los globitos de todos los colores pegados en el marco de la puerta no puedo evitar sonreír, no supe si de nerviosismo o de mera gracia al ver esos globos propios de una fiesta de cumpleaños de una niña de cinco años.

Al aparcar la chatarra, bajamos de ella y fuimos hacia la puerta, yo me quedé estática allí, suspirando mientras Snack me miraba algo extrañada y yo me daba cuenta de ello porque la veía de soslayo.

—¿Vas a llamar a la puerta ya o te ha dado la vena criminal y estás buscando los puntos débiles de esto para forzarla?

Dijo en un tono algo divertido y yo sonreí aún nerviosa.

—Joder, ya voy.

Alcé mi mano para tocar el timbre y el estómago me dio un vuelco.

—Oye, ¿y si venimos más tarde?

Dije apresuradamente dando pasos hacia atrás.

—Charlotte "Cobarde" Austin.

Dijo Snack mirando al frente, esperando a que alguien abriera la puerta.

—¡Eh, yo no soy cobard-...!

Paré de hablar porque la puerta se abrió y la sombra de Engfa pasó rápidamente entre Snack y yo, iba con la cabeza agachada y comenzó a correr calle abajo.

—¡Engfa, espera!

Dijo Rebecca parándose en la puerta, nos miró, yo la miré y entonces pude ver una sombra más pequeña tras ella... Era Nesa. Tenía que ir tras Engfa.

Sin decir absolutamente nada más, corrí por el camino que la morena había tomado, la veía al final de la calle que había tomado pero no bajaba el ritmo. Esta persecución me recordaba al primer día que nos vimos, con la diferencia que aquel día yo iba conduciendo el auto del hermano de Meena y ahora iba corriendo y el haber fumado durante unos años me pasó factura, pues el aire me faltaba poco a poco.

Al final, llegué a un parque y moví la cabeza en busca de algún lugar donde ella pudiera estar, caminé durante un par de minutos, estaba atardeciendo y las farolas comenzaron a encenderse. Llegué a la orilla de un estanque de patos, y allí, a lo lejos, estaba ella sentada en un banco. Me acerqué poco a poco a su posición, se encontraba cabizbaja, con unas alas azules de hada algo dobladas y, sorpresivamente, no estaba llorando, solo tenía la mirada fija en el suelo. Me senté a su lado y miré al frente, donde se veía la puesta del sol con el estanque y algunos patos por allí.

—Al menos esta vez no has acabado con la rodillas heridas por haberte tropezado.

Dije en un susurro, ella levantó la cabeza con rapidez al reconocer mi voz. Su cara de asombro fue un poema, pero no me dio tiempo a más nada que a reír porque se abrazó a mí con tanta fuerza que parecía que quería dejarme sin respiración.

—Char...

Murmuró con un susurro roto mientras escondía el rostro en mi cuello, yo acariciaba lentamente su espalda.

Caos - Aurora  [Englot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora