Capítulo 0

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Eran ya las tantas de la madrugada.

La luz de los carteles de neón reflejaba en los charcos que la lluvia iba dejando atrás. Estaba tronando, pero era imposible escuchar la tormenta por el ruido que salía del club de noche.

Un joven alto que aparentaba unos veintipocos años estaba apoyado en la pared al lado de la entrada. Su pelo era de color marrón extremadamente oscuro, cortado en un wolf cut que le llegaba a los hombros, lo que hacía que sus facciones resaltasen incluso más de lo que resaltaba su ropa. Estaba claro que iba al gimnasio y que se tomaba muy en serio el cuidado de su imagen. Probablemente un modelo.

De su aspecto, lo que más llamaba la atención eran sus ojos. El perímetro exterior del iris era de un color rojo bermellón, que lentamente transitaba a un amarillo miel hasta llegar a la pupila afilada, como si fuera de un gato, pasando por muchos tonos preciosos anaranjados.

Mentalmente no estaba presente en ese momento, su mente divagando sin rumbo claro. Su cara no mostraba ninguna emoción clara.

Una mujer que aparentaba su misma edad salió del establecimiento. Tenía una larga melena rubia y ojos rojizos con un toque morado.

一"¿Qué estás haciendo para tardar tanto? Si no estás tú, el resto se van a querer ir."一preguntó.

一"Necesitaba un poco de aire fresco. Ha pasado bastante tiempo desde que vengo a un sitio como este."一le respondió el chico. Soltó un suspiro y se empezó a dirigir hacia la puerta del club.

一"Mira, si no quieres estar aquí, lo entiendo perfectamente. Pero tienes que tener claro que esta va a ser la única oportunidad que vas a tener para conseguir energía al menos en los próximos 2 meses."一 continuó 一."Tu agenda está a rebosar."

一"Qué sí, que lo sé. Hoy no es que esté de humor para esto, pero bueno, da igual. También te digo, Britney, se supone que debería estar tentando a ángeles, y dudo mucho que encuentre a alguno aquí."

Sin ganas de empezar una discusión, terminó de cruzar por la puerta sin dejar que la chica le respondiera. Se perdió entre la multitud, que empezó a chillar en cuanto lo vieron.

Estos siguientes meses iban a ser como estar en el mismísimo infierno. Literalmente.

Aferrándome a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora