18장

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La historia de Seokjin y Jimin estaba marcada por la tragedia desde el principio.
Ambos eran inseparables desde la infancia, compartiendo risas y sueños, pero el destino tenía otros planes.
La sombra de un pasado oscuro acechaba, un secreto que se ocultaba tras la fachada de una vida aparentemente normal.

Seokjin era un joven brillante, lleno de vida y sueños.
Siempre había sido el orgullo de sus padres, quienes trabajaban duro para brindarle una vida mejor.
Jimin, por su parte, era su mejor amigo, un alma igualmente brillante que siempre lo apoyaba en todo a pesar que de que solo era un niño muy menor que seokjin.
Juntos, eran un dúo dinámico, enfrentando el mundo con valentía. Sin embargo, había alguien que siempre había estado en las sombras, observando, acechando: Taehyung.

Desde lejos, Taehyung había estado obsesionado con Seokjin.
Al principio, su interés parecía inofensivo, pero pronto se transformó en un acoso furtivo.
Se escondía en la oscuridad, observando cada movimiento de Seokjin, sintiendo una mezcla de admiración y celos.

No podía soportar la idea de que Seokjin tuviera a alguien como Jimin a su lado, alguien que iluminaba su mundo y llenaba su corazón.

En el colegio, Taehyung había sido un compañero distante, pero a menudo lo veía acercarse, murmullos y risas resonando entre los estudiantes. A medida que Seokjin se volvía más popular, la frustración de Taehyung creció.

Empezó a hacer comentarios hirientes a sus espaldas, a tratar de aislar a Seokjin de sus amigos.
Pero Seokjin, siempre optimista, no prestó atención a las provocaciones y continuó disfrutando de su vida.

Una noche de verano, cuando Seokjin y Jimin estaban en casa de este último, disfrutando de una película y compartiendo risas, la atmósfera era perfecta.
La risa resonaba en la casa, y todo parecía tranquilo.
Sin embargo, Taehyung había estado observando desde las sombras, sintiéndose cada vez más desesperado por hacer que Seokjin lo notara.

A medida que avanzaba la noche, la felicidad de los chicos se vio interrumpida.
Seokjin y Jimin decidieron salir al jardín para tomar aire fresco.
Fue entonces cuando se dieron cuenta de que había alguien en la oscuridad, un par de ojos que los observaban.
El corazón de Seokjin latía con fuerza mientras miraba a su alrededor, sintiendo un escalofrío recorrer su espalda.

Jimin: ¿Quién está ahí? -gritó el pequeño Jimin, su voz resonando en la noche-

Silencio.

Pero nadie respondió.

Con un golpe de adrenalina, Seokjin y Jimin decidieron que era mejor irse a casa.
Pero esa noche, algo en la atmósfera cambió.
La angustia de Seokjin creció, y con ella, el deseo de escapar de la opresión que algo observaba su hogar.

Unos días después, la tragedia golpeó. Mientras Seokjin y Jimin estaban en la escuela, sus padres habían estado involucrados en un accidente automovilístico.

El mundo se detuvo.

La noticia se esparció como un incendio forestal: un camión había colisionado contra su auto.
Cuando Seokjin y Jimin llegaron al hospital, encontraron la escena desoladora, el dolor palpable en el aire.

Los médicos no pudieron hacer nada; sus padres habían muerto en el acto.

La culpa invadió a Seokjin.
Pasaba las noches llorando, preguntándose si podría haber hecho algo para evitar la tragedia.
Al mismo tiempo, Jimin luchaba con la ira y la confusión, incapaz de comprender por qué la vida había sido tan cruel.
Ambos buscaban consuelo el uno en el otro, pero la sombra del dolor era implacable.

Fue durante una de esas noches, mientras Seokjin y Jimin se sentaban en el patio trasero de la casa de Jimin, recordando a sus padres, desde ese día jimin no volvió hacer el niño dulce y risueño.

(...)

Periodista: Esto es increíble -exclamó un periodista- ¿Seokjin, cómo te sientes al ser el novio de una de las estrellas más grandes del mundo?

Seokjin se dio cuenta de que todas las miradas estaban puestas en él. Sentía que se ahogaba en el mar de emociones.

Seokjin: Esto… esto no es cierto- logró decir, su voz temblando- No somos novios

Taehyung se volvió hacia él, una chispa de desafío en sus ojos.

Taehyung: Seokjinnie, no seas tímido. Es hora de que el mundo conozca nuestra verdad quiero que todos sepan lo que significas para mí -replicó Taehyung, acercándose un paso más, como si la cercanía pudiera desvanecer la tensión-

Seokjin sentía que su mundo se desmoronaba.

Los medios seguían lanzando preguntas, tratando de atrapar la esencia de lo que estaba sucediendo. Seokjin deseaba poder desaparecer, dejar de ser el foco de atención y huir de la realidad que se desarrollaba ante él.

Seokjin miró por la ventana del auto, la lluvia golpeando el cristal como un eco de su angustia interna.
Su mente corría en círculos, tratando de comprender la situación en la que se encontraba.
La presencia de Taehyung a su lado era tanto un consuelo como una amenaza, especialmente ahora que sabía que Jimin estaba involucrado.

Taehyung: No puedes hacer eso, Seokjin. No ahora  -dijo con una voz suave pero firme, sus ojos fijos en la carretera. Había algo en su tono que lo hacía aún más inquietante- Tu familia no entiende lo que está en juego aquí

Seokjin sintió una mezcla de enojo y desesperación.

Seokjin: ¿Qué es lo que está en juego, Taehyung? ¡Esto no es un juego! Quiero ver a mi familia -repitió, su voz temblando, no solo por la rabia, sino también por el miedo que empezaba a apoderarse de él-

Taehyung detuvo el auto en un lugar apartado, en medio de un oscuro y solitario callejón.
Se volvió hacia Seokjin, su expresión era seria, casi peligrosa.

Taehyung: Escucha, Seokjin... Mi paciensia tiene un límite y está llegando a ese límite -lo acorrala- trata de no hacerme enojar o nada bueno saldrá de aqui

Seokjin: ¿Qué le has hecho a Jimin?

Taehyung tomó un respiro profundo, su mirada endurecida.

Taehyung: No le he hecho nada, aun...Solo quiero protegerlo, igual que a ti.

Seokjin cerró los ojos, luchando contra la angustia que lo invadía.
El silencio en el auto se volvió insoportable, interrumpido solo por el sonido de la lluvia golpeando el techo. Seokjin sintió cómo su frustración crecía, y la necesidad de liberar toda la tensión acumulada era abrumadora.

Seokjin: ¡No entiendo por qué haces esto, Taehyung! ¿Por qué te crees con el derecho de decidir por mí? ¡Soy un adulto! ¡Puedo manejar mi propia vida! -gritó, sintiendo cómo la ira se desbordaba-

Taehyung apretó el volante, su rostro se tornó serio.

Taehyung: solo quiero protegerte.

Seokjin se volvió hacia él, sus ojos llenos de furia.

Seokjin: Protegerme? ¡Esto no es protección, es una prisión! Me tienes aquí encerrado como si fuera un prisionero, y ni siquiera tengo idea de dónde está mi jimin. ¡Esto es ridículo! -seokjin abre la ventana para poder tomar aire- me estás controlando

Taehyung: ¿Control? ¿Qué sabes tú de control? ¡Te estoy protegiendo de un mundo que no comprendes! ¿Acaso no ves que esto es mucho más grande que nosotros? ¡Todo lo que hago es por amor! -contestó Taehyung, su voz temblando por la ira-

Seokjin: ¿Amor? ¡Esto no se parece en nada a lo que yo llamaría amor -replicó Seokjin, sintiéndose como si estuviera en una montaña rusa emocional- Amar no significa tener poder sobre la otra persona, secuestrar a la persona y estar obsesionado. Amar es confiar.

Taehyung se giró hacia Seokjin, su mirada cargada de intensidad.

Taehyung: ¿Y qué si tengo que hacer cosas difíciles para protegerte? A veces, se necesita tomar decisiones que no son populares. ¿No harías lo mismo por Jimin?!

Seokjin solo lo golpea, había aguantado muchas horas, sus caderas dolían su pene aun seguía sensible y su cuerpo estaba sudado y asqueroso

Seokjin: no vuelvas a sacar es nombre de el en tu asquerosa boca -dice con un tono de ira- mi vida iba tan bien hasta que tú maldito loco....arruinaste mi vida

Secuestrado (Taejin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora