La brisa del viento iba despeinando poco a poco a la rubia que se encontraba sentada sobre la arena, viendo las huellas que había dejado en ella antes de sentarse. Estaba con su grupo de amigos, incluyendo a James pero Richard no pudo acompañarla debido a que tuve que regresar a Brasil por un partido que tenía en Palmeiras, en dos días regresaba pero aunque fuera poco, lo extrañaba. - Mona, ¿Por qué tan pensativa? - Preguntó Lucho al verla sin tantos ánimos. - No es nada, solo extraño al novio mío. - Él asintió levemente, pasando su brazo por sus hombros como si fuera un abrazo, intentando darle un poco de consuelo. - ¿Quiere qué le traiga una cerveza? Y de paso vamos con los muchachos para que se distraiga un poco y no esté tan apagada. - Catalina asintió levemente, con una pequeña sonrisa y Díaz se levantó para ir a buscar la bebida. Por mientras, ella observó al resto de su grupo riéndose entre ellos hasta que su vista fue a James.
Estaba sin camisa, su abdomen estaba mucho más marcado que antes y sus ojos marrones con ese toque de verde que tanto amaba, resaltaba más con el sol. Él notó su mirada y la saludó con la mano, ella hizo lo mismo, dándole una pequeña sonrisa para después regresar su mirada a Lucho que se encontraba caminando hacía ella con la cerveza en su mano. - Ten. - Se la extendió y ella tomó un sorbo, sintiendo el sabor amargo bajar por su garganta y refrescandola un poco ante lo fría que estaba. - ¿Usted volvería con David? - Preguntó Díaz al notar su mirada pero ella se encogió de hombros. - Creo que sí, después de todo... le sigo teniendo ese cariño y ese amor que siento desde el primer día que lo conocí. - Una sonrisa se formó en su rostro al recordar el día en el que se conocieron. - Me acuerdo lo borracho que estaba en ese cumpleaños. - Admitió Lucho entre risas, contagiando a la rubia.
- ¿Se acuerda cuándo me dijo: "Ay Cata, yo a usted no la había visto bien."? - Él asintió con rapidez, empezando a reírse a carcajadas al recordar aquel momento. - Ni olvidar a Mojica tirado en el piso abrazando al perro. - Le recordó la rubia al ruloso. Después de un momento, ambos se quedaron callados. - Luchito...- Él se giró a verla. - Gracias por siempre estar ahí incluso cuando no tenía a nadie. - Lo miró con una sonrisa para después abrazarlo con fuerza. - Siempre voy a estar ahí para usted cuando más lo necesite. - Correspondió a su abrazo y ella no pudo evitar soltar un par de lágrimas. - Por más años aguantando sus borracheras, sus chilladeras y sus caprichos. - Ambos chocaron las botellas, como si fueran una copa y después tomar un gran sorbo de ella. - Lo quiero mucho. - Mencionó la rubia para después dejar la botella ya vacía a un lado. - Yo también. - Se abrazaron una vez más pero al rato se separaron cuando llegó el resto.
- Una carrera de aquí hasta el mar o miedo? - Propuso Mojica y ninguno se negó. - Hágale pues. - Respondió la menor de todos para después sacarse su vestido de playa y dejarlo sobre una de las sillas. Todos se alinearon y contaron al mismo tiempo para después salir corriendo al igual que un rayo. El primero en llegar fue James, después le siguió Catalina y por último Muñoz. - ¡Uy mijo! ¡Usted llega pero mañana! - Exclamó Catalina, haciéndole burla a Mojica que fue el primero en proponer hacer la carrera pero el último que todavía no llegaba. - ¡No me haga quedar mal, Catalina! - Ella se rió y se metió por completo al agua, empezando a nadar un poco más lejos de ellos pero no yéndose tan hondo.
El agua estaba tibia y el sonido de las olas chocar era uno de esos sonidos relajantes que despertaban la necesidad de dormirse escuchándolos. Regresó donde estaban los demás, ubicándose al lado de James y ella no pudo evitar dirigir la mirada a sus tatuajes. Observó el tatuaje del león que tenía en su brazo con atención, viendo como las gotas de agua se deslizaban por su piel. - ¿Tú que opinas Cata? - Todos se giraron a verla y ella regresó su mirada a los demás, empezando a sentirse nerviosa al no saber que responder. - ¿Eh? - Algunos empezaron a reírse. - Que estábamos planeando hacerle una fiesta sorpresa a Richard por su cumpleaños y queríamos saber que opinabas. - Ella asintió levemente, sintiendo la mirada de Rodríguez fija en ella. - Me parece buena idea. - Se cruzó de brazos ante el frío que empezaba a hacerla temblar ligeramente.
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Amigos con Derechos | James Rodríguez
Fanfiction"Y yo la sigo enamorando, regalando, to' el día comprando. Lo que usted, mamita, quiere."