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Hace unos meses, tuve que ayudar a mi madre con la mudanza.

Ella ya me había dicho que se iba a llevarse al payaso porque era de su propiedad, pero se negaba a quedarse con Matilda y que si no hacia nada al respecto, la iba a tirar a la basura.

Buscando alguna solución, mi pareja me dijo que tenía una prima a la que le encanta las muñecas antiguas y tiene una habitación solo para ellas, (algunas de ellas mi pareja sufrió eventos paranormales cuando era más pequeño).

Nos pusimos en contacto con su prima y al principio se negaba adoptarla porque no tenía dinero para comprarla, pero cuando le explicamos que no la vendíamos sino la regalamos, cambió de inmediato de idea y nos dijo que la acogía con gusto y que si la podíamos subirla hasta su casa.

Durante el camino, la muñeca sufrió un mini accidente y una de sus piernas estaba más suelta que de costumbre, pero por suerte no tenía ninguna rotura en la porcelana, era algo del relleno.

Ya arriba, nos quedamos a comer y la prima se la llevó inmediatamente a la habitación de las muñecas mientras yo me quedé con mi pareja que conversaba con el primo.

Hoy en día, Matilda sigue en esa habitación rodeada de otras muñecas, y espero que siga igual de feliz que cuando estaba con mi payaso de porcelana.



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Algo que me enseñó mi experiencia con Matilda, es que si realmente estaba poseída, el espíritu debía ser uno que sufrió mucho por la soledad y en la oscuridad, que solo quería compañía y sentir cariño...



*Moraleja*: Cuiden a esas personas que quieran, porque la soledad es la peor compañía que uno pueda tener...


Matilda, La Muñeca MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora