Quisiera, como el gallinazo, surcar el aire sin pertenecer a ningún lugar,
Sin hogar donde volver,
Y, con una mirada potente que recorre las puntas de los edificios,
las nubes y los cadáveres retorcidos por el desierto.
Quisiera representar al verdugo impávido de ojos negros como perlas gastadas en la Ciudad de los reyes,
En la Ciudad de los buitres.
Quisiera cagarme en todo y en todos:
En la burocracia, en el congreso y las universidades.
Y con este espíritu desapegado
Regresar sobre mi vuelo inútil, vago y paciente.
Jugar a ver lo que Dios cuando creó al mundo
Desde su trono celeste.
Y el mar que se ladea con el desierto
Como un elefante malherido.
Oh, elefante malherido
Madre de todos nosotros.
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Poemas para una ciudad
PoesíaEstos poemas fueron escritos desde una ciudad para el mundo