La ciudad fría de los huecos helados,
de los rostros grises.
El sol desaparece entre las nubes
que nos ocultan el corazón del universo.
El mar baña los corazones y los destroza
como si los pulverizara.
La ciudad se mueve,
gira de día y noche.
¿Dónde está la humanidad?
En la ciudad de los rostros grises
se anda enmascarado.
Y yo creía que había llegado al mundo,
no a un baile de máscaras.
También yo pertenezco a la secta de los corazones oscuros.
Tiemblo con el canto de un pájaro
y recorro con mis ojos la piel del mar.
Me alimento de mar y cielo
Como una nube.
Me alimento de todo lo que no pudo ser
en la ciudad de la eterna grisura.
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Poemas para una ciudad
PoésieEstos poemas fueron escritos desde una ciudad para el mundo