9

1.1K 136 52
                                    


Gala no se movió de la puerta, se quedó quieta luego de a ver visto los ojos y la nariz de la mayor, rojas e hinchadas, claramente de tanto llorar.

No sabía si correr y abrazarla, o simplemente irse. Pero, ¿por qué creía que había estado llorando por ella?

Podía llorar por más cosas, un hueso roto, ¿pero sin vendajes? Entonces un... No, pero no podía declarar sin evidencias.

Además, era su mejor amiga, estaba casi cien por ciento segura de que esa chica fuerte, no lloraba fácilmente, o al menos por ella.

Se acercaba lentamente tras cerrar la puerta, sintiendo sus piernas temblar y sin saber por qué, sus pasos inseguros.

Pindter simplemente agachaba su cabeza, según ella no quería que la viera, pero era imposible, Gala ya se había percatado de su condición desde que había pasado la puerta.

ㅡ¿C-Cómo estás? ㅡpreguntó al fin, un poco más cerca de la chica, con miedo e inseguridadㅡ. Te extrañé en clase, muñeca.

ㅡAh, estoy... estoy bien, Gala ㅡdijo pero por supuesto, era mentira, estaba herida, rota y no quería verla, pero tampoco echarla, la amaba, al igual que su presenciaㅡ. Se me hizo tarde para ir, y pensé que era mejor no asistir ㅡsabía tan bien como mentir, claro, pero a personas que no eran Chile o Gala.

ㅡTengo algo que contarte ㅡdijo y se mordió el labio inferior internamente. ¿Era buena idea decirle o no? ㅡ.Pero no aquí, ¿vamos por un helado o un café?

Karime no estaba en ninguna disposición de salir, quería seguir enrollada en sus sábanas, llorar un rato más, pero no, tenía que mostrarse fuerte, así que accedió.

Además, la idea de salir con Gala a desestresarse de todo lo que ha vivido esa semana, tampoco era malo.

Después de todo, Gala siempre era quien le sacaba sus sonrisas.

Fue rápidamente a su cuarto, se lavó la cara, tratando de quitar alguna evidencia de llanto.

También cambió su suéter negro por uno de un color más vivo, y por supuesto, le avisó a su primo que saldría, el cual la desaprobó, pero no lo negó y la dejó ir.

Algo dentro de ella brincó, sintiendo un poco de felicidad.

Ciertamente, Gala es su calma luego de la tormenta, su risa luego del llanto; y luego de unos días tan oscuros para ella, Gala era su luz, su brillo, y eso le hacía sentir cálida.

Bajar y verla ahí, esperando por ella con sus manos en sus bolsillos, le recordaban cada que siempre estaba de visita, y sonrió, apenas notable.

Y fue un poco más al tener la pequeña sonrisa de Gala en ella, haciéndola querer saltar de felicidad.

Finalmente salieron caminando por la puerta, donde Gala inconscientemente tomó la mano de Karime, entrelazando sus dedos.

Eso hizo que el corazón de Pindter revoloteara rápidamente, poniéndola incluso nerviosa.

Un camino silencioso en aquel mismo acto, donde pensaban diferentes cosas con algo en común; que estaban pensando en la otra.

Agradecía internamente por un lado que el lugar donde se dirigían no estuviera tan lejos, estaba ansiosa por lo que Gala tenía que hablarle.

Y llegando a la cafetería, se aferró mucho más su mano. Realmente no quería soltarla, sentiría que la dejaba ir y eso la derrumbaría nuevamente.

Pidieron para ambas y se sentaron aún sin poder verse a los ojos, Gala estaba nerviosa y podía notarse, igualmente que Karime, hace mucho que no salía con Gala a comer o a algún lado.                                

ME GUSTARÍA | GARIME Donde viven las historias. Descúbrelo ahora