ME GUSTARÍA | GARIME

1

Meses antes

Pindter se encontraba recostada en el hombro de su mejor amiga luego de la clase de educación física.

Su cuerpecito estaba cansado de haberle dado tres vueltas a la cancha de fútbol, mientras, Gala estaba como si nada, pero era casi que obvio.

Una tenía porte de atleta y la otra, bueno, tenía salud y le gustaba mucho asistir a sus clases de fotografía.

Karime era fan de descansar de esa manera luego de las clases, principalmente porque Gala le daba paz.

La menor giró su cabeza, viendo como la otra se recostaba sobre su hombro, respirando agitadamente debido a la actividad física realizada.

ㅡTengo que decirte algo ㅡle dijo a la mayor.

Sin moverse mucho, se acomodó mejor para poder verla de manera que se diera cuenta de que le estaba poniendo atención.

ㅡTe escucho, Gala ㅡle respondió a pelirroja.

Tomó la botella y la llevó a su boca, el agua se sintió muy refrescante.

ㅡ¿Recuerdas a Agustín? ㅡla garganta de la mayor hizo un sonido, haciendo entender a Gala que recordaba quién era.

La pelirroja lo pensó antes de decirlo, dejando a Pindter en una total intriga, la cual Gala sabía que odiaba.

Y finalmente hablóㅡ. Me invitó a salir.

Pindter prácticamente escupió el agua, aquello fue un golpe directo para ella.

Sabía que en cualquier momento pasaría, pero no estaba preparada mentalmente para ello en ese momento.

Gala le observaba confundida, jamás pensó que reaccionaría de esa manera, pero le ayudó a que la otra no terminara ahogada.

Karime había sido su mejor amiga desde toda la vida y pensó que se pondría feliz por ello, pero más bien, le confundió su reacción ante sus palabras.

Quizá no debió decirle, o quizá sí.

ㅡ¿Estás bien, Kari? ㅡpreguntó la menor cuando Karime estuvo mejor.

ㅡEstoy bien, estoy bien ㅡrespondió la castaña.

Estaba anonadada, no le molestaba, Gala podía hacer lo que le diera la gana, pero algo en ella se rompió un poco y aún así tenía que mostrarse feliz por su mejor amiga, porque se supone que tenía que estarlo. ¿No?

Tampoco es que quería que Gala se diera cuenta de que le gustaba, temía que sí eso pasara, la otra se alejara, o dejarán de ser amigas.

Suponía que dejarla en la friendzone dolería menos que perder su amistad con Montes.

Pero igual no lo haría, no dañaría aquello que construyeron juntas durante años, no se lo permitiría.

ㅡQué bueno que te haya invitado a salir, Gala.

ㅡNo es todo, Karime.

La mayor abrió sus ojos un poco más, esperando que la otra continuará con la historia.

ㅡYo le dije que sí ㅡcontinuó. Pindter se hundía poco a poco y sentía que estaba perdiendo a su amiga, pero tenía que seguir felizㅡ. Saldremos hoy, de hecho.

Pero aún con un nudo en su garganta, era necesario decir algo, no ser de dar indicios de que algo malo le ocurría.

ㅡEspero que te vaya muy bien, Gali ㅡdecía Pindter pero esas palabras realmente le dolían.

Se había acostumbrado a que su amiga sólo tuviera ojos para ella y nadie más, sabía que estaba mal, pero igual aceptó eso.

ㅡGracias, amigaㅡGala sonrió.

La tomó y la abrazó. Karime simplemente correspondió al abrazo, pues no la dejaría colgando, era su mejor amiga luego de todo y la amaba.

Gala por inercia y además porque la conocía, sabía que, a pesar de su buena cara, ella no estaba del todo feliz, pero vió aquel esfuerzo que hizo por estarlo y lo cual la reconfortó.

Pero también la dejó con muchas dudas del por qué de la reacción de Karime entre sus brazos, le llenó la cabeza de muchísimas preguntas.

Por otra parte, Pindter necesitaba que Montes se fuera, quería ir a encerrarse en el baño sóla a estar triste sin que nadie más la molestara, pero tampoco quería parecer que estaba echando a su amiga, así que sólo siguió.

ㅡTengo que estar lista antes de las cuatro ㅡdijo Gala rompiendo el abrazo que formaron hace unos segundosㅡ. Me voy, Kari. ¡Deséame suerte! ㅡgritó a lo lejos corriendo y desapareciendo de la vista de la mayor.

ㅡSuerte... ㅡsuspiró al estar sola finalmente.

Pero la suerte era más bien para la mayor, Gala era muy guapa, y Karime tan sólo estaba bajo su sombra, lo que no le importaba pero la acostumbró a nunca estar sóla.

Como ahora.