Después de tragarse los fragmentos de Xuan Su,
Shen Jiu se encuentra de nuevo en el momento en que vio a Qi-Ge en la conferencia de la alianza inmortal.
Y ahora está decidido a vivir una vida mejor que la anterior.
Ha pasado un mes desde que Shen Jiu entró en la cima de Qing Jing y tiene que decirlo. Reparar tres costillas rotas y un brazo fue doloroso. Tenía muchos huesos rotos y tuvieron que ser corregidos en sesiones. Algunos huesos se rompieron más de una vez y todos sanaron incorrectamente. Nunca se dio cuenta de que tenía problemas para respirar hasta que le corrigieron las costillas y logró respirar profundamente.
En su última vida, nunca dejó que ninguno de los señores de la cima, aparte de su shizun, sintiera sus meridianos. Y a ellos tampoco les importó. Lo aceptaron porque Yue Qingyuan le rogó, no porque les causó una profunda impresión. Y por eso Shen Jiu nunca le contó a nadie sobre sus huesos y simplemente vivió con ellos y con el hecho de que todos pensaran que simplemente tenía poca aptitud.
Ahora, por otro lado, puede sentir que sus meridianos se corrigen a sí mismos, a pesar de su debilidad. Hasta ahora, cuatro personas sabían sobre la extensión de sus heridas y de las cicatrices en su espalda. Su shizun, Yue Qingyuan, el señor de la cima Qian Cao Yang Tangbai y Mu Ling.
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Hace un mes
La líder de la cima, Yang, se sentó en la silla junto a la camilla de reconocimiento y tomó el pulso a la nueva discípula de su Shixiong. Después de un momento de concentración, se volvió hacia su discípula principal, Mu Ling.
"A-ling, por favor tráeme ungüento para los moretones y vendas y prepara un yeso".
"Sí, señor"
Después de que Mu Ling se fue, el señor de la cima Yang cerró suavemente la puerta y volvió a ocupar su lugar en la silla. "Jovencito. ¿Te importaría decirme dónde te hiciste estas heridas?"
Shen Jiu la miró con paciencia y no le quitó importancia. Sabía que los cambios que había hecho hasta ahora expondrían todos sus secretos. Sería muy fácil ocultárselo a los demás (lo sabía por experiencia), pero no podía ocultárselo a un sanador. Esa era la razón principal por la que, en su vida pasada, evitaba a Mu Qingfang como a la peste.
"¿Importa dónde los conseguí?"
"Sí. Porque alguien te hizo daño y necesita ser castigado"
"Eso no será necesario", el señor de la cima Yang frunció el ceño ligeramente.
"Tienes el respaldo de una secta, hijo, no tienes por qué tener miedo".
"Ya están muertos, shigu"
"¿Eso pasó cuando tu Qi se desvió?"
Los ojos de Shen Jiu se oscurecieron. Pensó que su rostro sería frío y crítico, pero estaba lleno de simpatía. Lástima.
Shen Jiu sintió que la vieja y familiar rabia comenzaba a burbujear dentro de su pecho. Sin embargo, se calmó rápidamente y con fuerza.
