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(Flashback)



Newt caminaba hacia la cocina, su ceño fruncido debido a la frustración de haber perdido la pieza de pollo contra Thomas en una apuesta.

Al entrar en la cocina, su mirada se posó en una olla tapada con un trapo de cocina sobre una de las mesas. Se acercó curioso y levantó el trapo, descubriendo varias piezas de pollo doradas y apetitosas.

Con un suspiro de satisfacción, agarró una pieza y se la llevó a los labios, dando un mordisco que liberó un sabor intenso.

Mientras comía en la oscuridad, vio a Minho caminar hacia la cabaña, su silueta recortada contra la luz de la luna.

Se sentó en una silla, mirando hacia afuera, desde donde se podían ver las sombras de los chicos hablando y corriendo en el exterior.

Perdió la noción del tiempo, sumido en sus pensamientos, hasta que el ruido de unos pasos lo sacó de su ensimismamiento.

Logró visualizar a Jalila, que se acercaba con un vestido blanco de mangas largas que resplandecía en la oscuridad.

Su barriga se veía un poco más grande en los últimos días, y Newt no pudo evitar notar el cambio. Ya llevaba dos semanas en la cabaña y se había adaptado sorprendentemente bien.

—Newt— llamó Jalila, su voz suave y baja.

—Hola... ¿Qué haces aquí?— respondió Newt, su voz también baja, mientras se levantaba de la silla.

Jalila se removió nerviosa, acercándose a él, y susurró muy bajito, con una sonrisa apenada— Tenía antojo de algo rico—. Su mirada se posó en la pieza de pollo que Newt aún sostenía en su mano.

Newt sonrió, intuyendo lo que estaba sucediendo. —¿Quieres un poco?— ofreció, extendiendo la mano con la pieza de pollo.

Jalila asintió rápidamente, su boca agua ante la perspectiva de satisfacer su antojo. Sin embargo, su entusiasmo inicial la hizo sonrojar, y asintió de nuevo con más calma, intentando recuperar la compostura.

Newt soltó una pequeña risa, conmovido por la reacción de Jalila. Verla sonrojada le causaba una ternura irresistible. Se acercó a ella, y su mano se posó suavemente en la cintura de la chica, guiándola hacia la mesa.

Jalila obedeció, sus ojos fijos en las piezas de pollo, sintiendo cómo su boca y estómago los necesitaban con urgencia. Su estómago gruñó suavemente, como si estuviera ansioso por recibir la comida.

Newt la sentó en una silla, y se dirigió a la cocina para buscar un plato. —¿Quieres agua?— preguntó, mientras servía el pollo en el plato.

Jalila negó con la cabeza, su mirada aún fija en la comida. —Si por favor— dijo, su voz baja y ansiosa.

Newt sonrió, intuyendo su impaciencia. —Buen provecho, entonces— dijo, colocando el plato frente a ella.

Jalila no esperó más, y se lanzó sobre la comida con un apetito que hizo reír a Newt.

Newt fue por un vaso de agua y lo puso frente a la pelirroja, que comía su pieza de pollo con deleite, soltando pequeños gemidos de satisfacción que hicieron sonreír a Newt. Estos sonidos inocentes revelaban que Jalila estaba disfrutando plenamente de la comida.

~Our Baby~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora