PROLOGO

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Hace unos quince mil años según el libro de historias, habíamos encontrado el punto máximo de destrucción, Vornathar  fue arrasado entre sangre y muerte, los humanos vivíamos en una cómoda ilusión de paz y comodidad que nunca había existido realmente, cuando los dragones resurgieron de su profundo sueño eterno cuando eran mitos y leyendas para todos nosotros, esa ilusión se fue a la mierda. Los dragones, seres inteligentes capaces de comunicarse si así lo desean con nosotros, hicieron que todo lo que conocíamos fuera un chiste.
Nuestro mundo había cambiado y nosotros teníamos que aprender y adaptarnos, la democracia que conocíamos dejó de funcionar, se empezó a manifestar poderes mágicos, que los humanos querían eliminar, las guerras empezaron por el poder y la conquista. La gran guerra había estallado en un abrir y cerrar los ojos
Los militares fueron más inteligentes, los tratos con los dragones los pusieron en la cabeza, sin embargo no controlaban a todos, así que Vornathar se dividió a la mitad.
Tyrakion se volvió la base  donde los dragones residían, a base de eso los militares y todo aquel que quisiera unirse vivían aquí.
Pero justo en el centro había un valle infertil, un recordatorio de los días oscuros, del otro lado del inmenso valle, estaba Aredun, donde la magia se percibía como la mejor moneda de cambio.
Las artes y la magia prosperaron, hasta que dejaron de hacerlo, de pronto a otro, la gran guerra se había detenido, después de perder a tantos de ambos lados, dejaron de suceder pero los dragones no volvieron a dormir y nada volvió a lo de antes.
Ivrantis se declaró la capital y la tierra de nadie y de todos, tenían la protección de los Tyrakionences y la ayuda de los Aredunianos. Y después de siglos todo parecía ir bien, decidieron que Vornathar se rigiera por ciudades-estado y luego todo volvió a funcionar de diferente manera pero servía, sin embargo nadie estaba preparado para lo que venía.

CENIZAS DE UN IMPERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora