꧁༒☬.𝑪𝒂𝒑5 𝑨𝒎𝒐𝒓 𝒅𝒆 2☬༒꧂

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El aire ya que pasaron dos meses sin pooder verse estaba cargado de mucha excitación cuando Kim- Doseong y Jin Taewon se encontraron en la sala del comedor de su casa. A pesar de su encantadora relación , habían sido arrastrados por el amor cuando Jin-Taewon era joven y Kim-Doseong era un niño. Y aunque los dos lo admitía, la chispa entre ellos ardía con más fuerza que cualquier disgusto que fingieran tener. Cada roce de sus manos accidentales encendía fuegos ocultos bajo sus miradas de eroticas.
Kim-Doseong, de cabello oscuro y gesto tranqulo, se sentó en el sofá, sus ojos buscando algo en la lejanía a través de la ventana. Estaba acostumbrado a controlar cada parte de su vida, desde que fue un niño abandonado y creció y se convirtió en un jefe de la mafia KBlOOD hasta que encontro sus emociones desde pequeño por Jin-Taewon. Sin embargo, cuando se trataba de Jin-Taewon, nada parecía bajo control. La única certeza que tenía era el magnetismo indiscutible que lo atraía hacia él.
Jin-Taewon, con su apariencia adorable y su actitud dulce y siempre relajada, se acercó a Kim-Doseong con una copa de vino en la mano. El silencio entre ellos era pesado, pero no incómodo. Sabían que algo debía romperse esta noche, pero ninguno quería ser el primero en dar el paso pero, Jin-Taewon decidió dar el primer paso.
-Deberías relajarte un poco -dijo Jin-Taewon, mientras se sentaba junto a Kim-Doseong, apenas dejando espacio entre sus cuerpos.
-Estoy relajado -respondió Kim-Doseong con la mandíbula tranquila , intentando ignorar cómo el calor de Jin-Taewon a su lado lo envolvía.
-¿Ah, sí? Entonces no deberías tener problema con esto -Jin-Taewon se inclinó y sus labios rozaron la piel de los labios de Kim-Doseong, suave y electrizante.
El contacto fue tan inesperado que
Kim- Doseong cerró los ojos por un segundo, y con no poder contener el impulso cogió a Jin-Taewon y lo empotro contra el sofá. Jin-Taewon sentía el aliento de Kim-Doseong recorriendo su piel haciéndolo estremecer. El control, siempre presente en Kim-Doseong, empezó a desmoronarse, se volvió loco por ver a su amado estremecerse .
-Jin... -Kim-Doseong intentó hablar, pero su voz fue apenas un susurro.
-Shh... -susurró Kim-Doseong, acercándose aún más, sus labios ahora recorriendo suavemente la línea de la mandíbula de Jin-Taewon . Lentamente, lo miró a los ojos, buscando una señal de que no debía seguir. Sin embargo, lo único que encontró fue deseo. Puro, incontrolable.
La copa de vino de Jin-Taewon cayó al suelo, olvidada, cuando ambos se lanzaron el uno sobre el otro. Los labios de Kim-Doseong capturaron los de Jin-Taewon en un beso hambriento, como si el tiempo hubiera estado conteniéndolos demasiado. El contacto fue como una descarga, encendiendo cada rincón de sus cuerpos. Jin-Taewon se dejó llevar por la pasión, sintiendo los dedos de Kim-Doseong deslizarse bajo su camisa, tocando su piel ardiente.
Los dos cuerpos, entrelazados en el sofá, olvidaron el mundo exterior. El sonido de su respiración entrecortada llenaba la sala, mientras sus manos exploraban, descubriendo, reconociendo. La tensión acumulada durante tanto tiempo se desvanecía entre besos profundos y caricias audaces y mucho sexo erotico y duro .

Al otro lado de la casa, Eunwoo y Yoon-Seomin también estaban lidiando con sus propios deseos. Eunwoo, siempre tan seguro de sí mismo, no podía dejar de observar a Yoon-Seomin, quien parecía inmerso en su teléfono, aunque la tranquilidad de sus manos lo delataba. Habían pasado dos meses desde que sus miradas se cruzaron por tercera vez, y aunque si lo admitían , lo que sentían era más que simple atracción.
-No puedes ignorarme para siempre, Yoon-Seomin -dijo Eunwoo, acercándose al más joven con una sonrisa ladeada.
Yoon-Seomin levantó la vista, sus ojos brillando de una manera que Eunwoo encontraba irresistiblemente y muy erotica y varonil.
-No te estoy ignorando -respondió Yoon-Seomin, aunque su voz varonil no sonaba convencida ni mucho menos.
Eunwoo se inclinó, apoyando una mano en la pared junto a la cabeza de Yoon-Seomin, acorralándolo suavemente. Su proximidad hacía que Yoon-Seomin se excitara , era incapaz de mantener la compostura bajo la intensidad erotica de la mirada de Eunwoo.
-Sabes que si me sigues mirando así, no podre aguantar las ganas de follarte ¿verdad? -murmuró Yoon-Seomin , aunque su voz era tan dominante y de anticipación.
-Lo que está mal es que sigamos fingiendo que no queremos esto -susurró Eunwoo, acercándose lentamente, dándole Yoon-Seomin todo el tiempo para detenerlo.
Pero no lo hizo.
Los labios de Eunwoo capturaron los de Yoon-Seomin con una ternura inesperada. Al principio fue suave, un roce apenas perceptible, pero en cuestión de segundos se convirtió en algo más profundo. Las manos de Yoon-Seomin, que habían estado tranquilas momentos antes, se aferraron a la camisa de Eunwoo, atrayéndolo más cerca. El mundo a su alrededor se desvaneció, quedando solo el sonido de sus corazones latiendo al unísono.
Eunwoo empujó a Yoon-Seomin contra la pared, su boca viajando desde sus labios hasta su cuello, dejando un rastro de besos ardientes. Yoon-Seomin soltó un gemido suave pero cogio las caderas de Eunwoo y le empotro contra la pared eso hizo que Eunwoo se sorprendiera así sí mismo. No había vuelta atrás.

De regreso en la sala, Kim-Doseong y Jin-Taewon, ahora con menos ropa y más piel expuesta, se miraban intensamente. Habían llegado al punto de no retorno. Kim-Doseong con una sonrisa traviesa, bajó la mirada hacia el pecho desnudo de Jin-Taewon se acerco y empezó a lamer los pezones de Jin-Taewon hizo que Jin-Taewon gimiera con deseo.
-Sabía que detrás de todo ese control había algo más -susurró Kim-Doseong mientras chupaba lentamente los pezones de Jin-Taewon , explorando cada rincón con sus labios y lengua.

-Cállate -murmuró Jin-Taewon, aunque su voz sonaba más como una súplica que una orden.
Kim-Doseong rió suavemente y continuó su viaje, dispuesto a desmantelar cada muro que Jin-Taewon había construido a su alrededor.
La noche avanzaba, y entre las sombras de esa casa de campo, el deseo se convirtió en el único lenguaje que ambos sabían hablar.

Mientras tanto, en la habitación de Yoon-Seomin, él y Eunwoo también estaban en su propio mundo. Eunwoo, normalmente tan tímido, ahora se encontraba despojado de toda duda, aferrado a Yoon-Seomin como si este fuera su única ancla en una tormenta de emociones. Sus cuerpos se movían con urgencia, como si cada momento fuera vital, como si el tiempo fuera a detenerse.
Yoon-Seomin,con su cuerpo firme presionando el de Eunwoo contra la cama, tomó un respiro, observando los ojos brillantes de su amante.
-No hay nada mal en esto -murmuró, rozando los labios de Eunwoo una vez más.
-No -susurró Yoon-Seomin , finalmente rindiéndose a lo que ambos sabían que era inevitable.
Y así, entre susurros, gemidos y caricias, la noche los envolvió, llevándolos a un lugar donde no existía nada más que ellos.
Los dos pares de amantes, cada uno en su propio espacio, cedieron al deseo que habían reprimido por tanto tiempo, conscientes de que esta noche sería solo el principio de algo mucho más profundo.

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⏰ Última actualización: Oct 16 ⏰

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