Capitulo 2: Adopción

191 8 0
                                    

Ahora
~°~

-Amy.- La llamé con voz suave.

La niña se removió en su lugar y apretujó su osito de peluche más contra ella.

-Amy es hora de levantarse. ¡Vamos! ¡Arriba!- intenté sonar un poco más enérgica.

Amy abrió un ojo y luego lo volvió a cerrar de inmediato. -No quiero ir.- se quejó.

Hice una mueca mientras me levantaba del suelo y me dirigía al armario para buscarle un bonito vestido.

La niña se sentó en su lugar, tomo su lentes y luego de frotarse un ojo con su manita se los puso. Ni siquiera los necesita, solo le gustan. Cosas de niños, imagino. Recuerdo que yo guardaba libros con fotos de países. Todos tenemos manías al crecer.

-Ten, ponte éste. Esta lindo ¿no?- dije mostrándole un vestido Azul claro.
Ella asintió y le ayude a vestirse con el. Luego de eso me dedique a peinar su ondulado cabello rubio en una coleta. -Ya estas lista.- anuncié colocando un lazo en la coleta de el mismo color que el vestido.

-A ver mirame.- pedí. La pequeña se dio la vuelta, pero sus ojos caían al suelo demostrando una clara carita de tristeza. -¿Porque esa cara?-

Se remenio un poco. -No quiero ir. - murmuró sin mirarme.

Y yo sabía a qué se refería. Era día de adopción. -No quiero ir. Me quiero quedar contigo. -

-Ey, te prometo que me quedare contigo, pero si te adoptan...- Ni siquiera sabía como terminar aquella frase, nunca lo sabía. Si la adoptaban sería el fin del juego. No había nada al respecto que pudiese hacer.-...juro visitarte todos los días.-

-Pero ¿y si me llevan lejos? ¿Y si las personas que me adoptan son malas? ¿Y si no les agrada Cremita?-

Reí intentando aligerar el aire. -Ya veremos.-

El sonido de la puerta abriendose de golpe me hizo girar la cabeza.

Oh. Dios. Miranda.

-¡Tarde! ¡Tarde! ¡Vamos tarde!- Miranda solía ser algo normal...solo algo, pero en días de adopción se volvía un poco irritante, la copia perfecta del conejo blanco de Alicia.

-Llegó la loca.- susurró Amy haciendome reir.

-Buenos días. - Saludé con una sonrisa a la desquiciada de mi mejor amiga. -Te despertaste temprano. Cuando abrí los ojos ya no estabas en tu cama.-

-Si, si, si. ¿Sabes que hora es?- exclamó casí gritando.

Le di una mirada a Amy quien se encogió de hombros. -No..- negué.

-¡Pues ni yo tampoco! Hay panqueques abajo y no he podido desayunar por culpa de ustedes dos. Asique andale, abajo.-

Aveces olvidaba que nuestras tardanzas tambien afectaban su estomago en día de adopción. "Si tu cuarto no esta en la mesa, no tocas la comida." dice la regla de la bruja Isabel. Tomé a Amy de la mano quien tomó a Cremita y me siguió sin protestar. Cremita es su oso de peluche. Era mió hasta que Amy cumplió cuatro años.

Amy llegó a Hope Smiles siendo solo una bebé. Y con el pasar del tiempo me convertí en algo así como su hermana mayor. Amy ahora tiene siete y no se separa de mi lado. Por eso no quiere ser adoptada. Tal vez es mi culpa por aferrarme tanto a ella o al contrario, dejar que se aferrara a mi.
Yo ya no tengo oportunidad de salir de aquí con una familia. Quiero decir...¿Quién adoptaría a un chica de diecisiete años?

Ya casí cumplo dieciocho. Nadie quiere adoptar adolecentes casí adultos. Siempre son neonatos o niños dulces, como Amy.
A niños difíciles o "malcriados" como yo o como...gente a la cual preferiría no mencionar, no nos adoptan.

Dos en uno ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora