Capítulo 28: Felíz navidad

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Diciembre
~°~

El llanto sincero es bueno. Nos ayuda a limpiar el alma. A destruirnos y reorganizarnos. No solo al que llora, también al que consuela. Al tocar la llaga te das cuenta si nunca cerró. Entonces decides si volver a tomarle puntadas o dejarla abierta a saber si cerrará por si sola.

Hasta este punto hay muchas decisiones que no son el camino que esperabamos transcurrir para llegar al momento en el que estamos. La primera ley de Newton nos plantea que un objeto se mantendra en su estado de reposo hasta que otra fuerza lo mueva. Entonces el desespero y la ansiedad forman parte del desastre interno que convierte nuestra estabilidad en acción. En nuestro mundo crisis es igual a cambio.

Habían pasado algunas semanas. No podía establecer que, luego de que Mike se derrumbará, había cambiado. Había algo. Un algo diferente. Hace unos días lleno mi cara con crema batida, de esa que el le pone al chocolate caliente. Sus caracajadas hicieron que el aire se sintiera mas liviano. Pero no fue el acto lo que me hizo sentir extraña, sino el sonido de su risa. Una risa que hacía que se me estrujase el pecho. Talvez no había nada diferente, solo había pasado tiempo sin escucharla. Sonaba como un niño.

Mientras acomodo parte de mi ropa ya limpia en el armario Mike se hace pasar en mi habitación y se deja caer en mi cama; la cuál acababa de hacer por cierto.

Enfoco una mirada irritada-¿Que crees que haces?-

-¿Te molesto?- dice sonriendo y por su tono de voz queda a entender que el hecho de si me molesta o no no es de ninguna importancia.

Le lanzo una prenda de ropa que aun no he guardado y le pega en la cara. -¡Acabo de tender la cama, Mike!- por alguna razón mis comisuras se encrispan he intento que no se note volviendo mi rostro al armario.

-¿Y este vestido? ¿Es lo que usarás para navidad? Se ve festivo.-

Vuelvo nuevamente mi vista y veo que ha levantado la prenda que le arroje. Un vestido color morado oscuro.

-No entiendo porque tendría que vestirme para pasarla todo el día en la cama.-

Su cuerpo da un respingo al levantarse y me mira como si hubiese dicho la estupides más grande que su cabeza de pelota ha procesado. - Estas demente si piensas que no celebraremos navidad.-

-Por supuesto que celebraremos navidad.- Caminé hasta él y le quite mi vestido de las manos para darle su lugar en el armario. - Es solo que no entiendo el porque debo vestirme elegante si no saldremos de aquí.-

Mike volvió a mirarme como si hubiese dicho otra estupidez más grande que la primera. -Tess.- dijo serio. -No es Navidad si no te vistes para Navidad. -

Intente no reír. -Sonaste identico a Sam.-

-Venga, Tess, será divertido. Además...- sus palabras se cortaron abruptamente y eso me hizo volver mi vista en su dirección. Sus ojos miraban el fondo del armario.

Me tomo un milisegundo percatarme que el punto de su atencion era la caja de recuerdos. Ignoré completamente el momento y sólo lo insite a continuar dejandole claro que aquello no era algo de lo que quisiera hablar. -¿Además?-

Sus ojos volvieron a posarse en mi con cierta firmeza. - El postre. Intentaré hacer Puddin de vainilla.-

-Eso suena bien.- Volví a girarme dando la conversación por terminada, sin embargo Mike no se dio por vencido sobre la caja. -¿Puedo abrirla?- preguntó sin titubeos.

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⏰ Última actualización: Apr 19, 2020 ⏰

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