CAPÍTULO TRECE
Tess POV
—¡Tess, despierta!— Cantó el imbécil de Mike.
A que lo mato.
—Mike, te juro por mis libros de Harry Potter que si no dejas de joder te haré comer pavimento.—Le espeté cubriendome con las sabanas haciendome una bolita.
—¿Cómo me harás comer pavimento si no podemos salir?—Lo mato.
—Exacto, te tirare de la ventana y así veré tus sesos explotar hermosamente mientras tu cabeza esta alreves.—No jodas conmigo por la mañana.No estoy de humor.
«Pfff, cuándo si lo estas»
No jodas consciencia.
—Como quieras— Bufó dándome con la almohada en la cabeza.Suspire aliviada y me acomodé para dormir mejor.
Por fin paz y tranquili...
—HELLO FROM THE OTHER SIIIIIIIIIIDE! I MUST HAVE CALLED A THOUSAND TIIIIIIMES! TO TELL YOU IM SORRY...!
¡SERA CABRÓN! Le pido paz y enciende la puta radio a todo volumen, repito: ¡SERA CABRÓN!
Ahora si que lo mato, AHORA SI QUE LO MATO.
Me paré echa una furia y abrí la puerta de un portazo—¡MIKE PUTOVIOLADOR BLACK! ¡APAGA LA PUTA RADIO!
Mi grito casi ni se escuchaba de lo alto que estaba la música. El hablaba por celular mirando por el ventanal.Lleva así desde ayer y si no es por llamada es por mensaje.¿A quién le esta textando tanto? ¿Sera una de las admiradoras? ¿¡Por qué siquiera pienso en esto!?
Lo observé mientras Adele estaba de fondo.Él sonrió y asintió diciendo algo entre risas, ojala supiera leer labios.Voy a coger un curso en labiología en la universidad.
«Eso no existe»
Tú que sabes, eres una consciencia.
«Buen punto»
Me quedé viéndolo hasta que me miró de repente sobresaltandome.Empecé a caminar hacía el baño.¿Qué demonios pasa conmigo? Me lavé los dientes y me eché agua en la cara para despertar.
La música se cortó de repente dejando mis oídos con un pitido irritante.Pero al menos había silencio.
—¿Por qué me estabas mirando?— Me sobresalté y me di con el filo del espejo en la cabeza.Solté una maldición frotándome la cabeza.
—Y-yo solo estaba...— Tartamudie, ¿por qué estoy tan imbécil hoy?
—Lo que sea, no lo hagas.—Su voz era tan fría que me hizo estremecer.Me miró a los ojos serio.
—Si, lo siento— Mi voz era baja.¿¡Qué demonios pasa conmigo!? Parezco una bolita de timidez.Él asintió y se fue.
¿¡QUÉ DIABLOS FUE ESO!? ¿Yo siendo tímida y el impotente? ¿No era alrevés? ¡Tess por Dios, vuelve a tus sentidos!
Fui hasta la cocina para encontrarlo texteando, rodé los ojos fastidiada.Imbécil. —¿No vas a desayunar?—Le pregunté monocorde.
—Ya desayune.—Ni siquiera levanto la mirada para contestar.Y eso significa que no me hizo desayuno como siempre.
—¿Qué te pasa?—Cuestioné un poco enojada mientras me servía el cereal.
Ahora si me miró—Nada— Me dio una sonrisa sin enseñar los dientes.Iba a decirle que por qué estaba tan antipático pero su celular sonó.—Tengo que contestar.
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Dos en uno ©
أدب المراهقين[Ficción juvenil] Cuando se alcanza el límite de edad en éste orfanato no significa irte, sobrevivir por ti mismo o buscar trabajo. En el orfanato Sonrisas de Esperanza significa competencia, encierro y cámaras. Lo peor no es tener que participar de...
