El día que decidí empezar a escribirte fue el día que me enteré que ya habitabas dentro de mi. No sabía que hacer ni como reaccionar, para ser sincera estaba en shock.
Recuerdo estar dentro del baño a punto de llorar, con miedo y un poco angustiada cuando vi esas dos líneas que indicaban tu existencia. Subí mi mirada y lo único que pensé fue que debía ser fuerte, ahora por ti y por mi.
Es difícil enterarse que vas a ser mamá, y aún más cuando no te sientes preparada, pero que bueno que no lo estaba, porque tú venías para ayudarme.
Al principio sentí negación, no porque no deseaba tenerte, sino porque tenía muchos planes que tontamente pensé que no podría hacer, planes que a la larga no eran ni una pizca de lo importante que eres. Pero ahí estabas tú, creciendo y creciendo, mientras yo trataba de asimilar la situación.
Toco la hora de contarle a papá, él con una cara no muy contenta, ojos un poco aguados y mejillas sonrojadas me pregunto; ¿Y ahora?, hoy en día entendí que fue una pregunta que ponía a prueba nuestra relación, pero aquel día solo respondí; ¡Nosotros podemos, es mi hijo y voy a tenerlo! Porque si, siempre supe que eras un varón.
Ese mismo día salimos a la farmacia y de una vez buscamos las vitaminas correspondientes para que estuvieras sanito y fuerte, a pesar de no haber ido al médico aún a verte, asi de respondables somos tus papás.
Yo muy en el fondo me sentía contenta y confiada, algo dentro de mí me decía que lo íbamos a hacer bien, solo que físicamente me ponía una coraza porque también tenía miedo y no quería mostrarme débil, estaba con muchas emociones encontradas, muchos me decian que eran las hormonas, pero realmente creo que eran mis insegiridades como mujer.
En fin, ya estabas dentro de mi, y ya yo había decidido que quería ser tu mamá para siempre.
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TODO LO QUE NO TE PUDE CONTAR
شِعرDedicatoria, a veces no sabemos cuánto tiempo nos queda junto a nuestros seres queridos, pero de lo que si podemos encargarnos es de todo el tiempo que le podemos dedicar mientras estemos.