Relatos de One-shots envueltos cómo una sorpresa para pasar este Halloween.
Tal y cómo un caramelo misterioso, del cuál no sabes su sabor hasta que lo pruebas ¿Te encontrarás con una historia dulce cómo la miel? ¿Ácida cómo el limón? ¿O amarga cómo...
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Era una fría noche de 30 de Octubre de 1462, el bullicio en la taberna era algo de todas las noches, las mesas llenas de gente del pueblo y los típicos borrachos que llenaban sus estómagos con cerveza y vino barato, desde que el alcohol se había vuelto tan común, el negocio de venderlo era sumamente provechoso. La música producida por el laúd y la chirimía adornaban con alegres melodías el lugar, las conversaciones fluían al igual que la órdenes de tarros llenos de cerveza que eran llevados a las mesas por las trabajadoras del lugar. Todo parecía ir normal y alegre, cómo cualquier otra noche o eso parecía, hasta que la puerta de la taberna es abierta con un fuerte estruendo que llama la atención de los presentes.
Un joven castaño de no más de 25 años entra al lugar, luciendo agitado y con el rostro completamente pálido, el silencio que se produce en ese momento es sepulcral.
— ¡Ha vuelto a atacar! ¡El demonio volvió y mató a 3 ovejas esta noche!
Muchos creerían que la gente de la taberna se reiría y lo llamarían loco, pero lo cierto era que ya corría el rumor entre las personas del pueblo de la presencia de un enviado del diablo quién estaba atemorizando al lugar con sus fechorías. Hay diferentes reacciones en la multitud, expresiones de miedo, de incredulidad, de burla incluso, todos tenían su propia opinión y creencia acerca de lo que estaba pasando. Un hombro de contextura ancha y gruesa barba se levanta de su asiento, el rojo de su nariz denotaba que ya estaba algo pasado de tragos, por lo que actúa escéptico y burlón ante la declaración del muchacho recién llegado.
— ¿Un demonio? No me hagas reír jovencito, probablemente tus ovejas murieron porque no sabes cuidar adecuadamente al ganado, no culpes a las leyendas de tu inutilidad.
— ¡N-no estoy mintiendo! ¡Yo lo vi! Era una sombra...apareció en medio del campo en plena noche, mi lámpara de aceite sólo vió unos ojos rojos cómo la sangre...Estoy seguro que era el mismo Diablo.
— ¡Jajajaja! Ese si es un buen cuento, no quieras asustar a las buenas personas de este pueblo y vete, que arruinas nuestra felicidad.
— ¡Lo que digo es cierto!
El chico eleva la voz, sintiéndose desesperado y enojado ante ese hombre que invalidaba su historia, el gran hombre se siente irritado por esa falta de respeto y dispuesto a darle un golpe se acerca pero es frenado por una mano firme que lo hace voltear, pero al ver de quién se trata se queda en silencio.
Los penetrantes ojos de Katsuki miraban con un poco de desprecio a ese cerdo, le suelta la mano y el hombre vuelve a su expresión de enfado.
— ¿Y tú quién te crees? ¿Eh, forastero?
Se retoma la sinfonía de murmullos en el lugar, los acompañantes del impertinente hombre tenían caras llenas de preocupación, si bien era cierto que ese rubio cenizo no era un ciudadano del pueblo, todos lo conocían gracias a su fama cómo cazarrecompensas, un hombre despiadado, inteligente y sumamente hábil.
