Durante mis años de adolescencia, el camino del guerrero se vuelve cada vez más claro para mí. A los quince años ya tengo algunas de mis metas definidas. Me esfuerzo por ser un estudiante destacado en la espada, y aunque disfruto cada momento, la presión de ser un líder comienza a hacerse sentir. Mis padres esperan mucho de mí, y esa expectativa a veces se convierte en una carga pesada.
Hoy debo ir a un evento entre nobles; según mi padre, es algo importante para fomentar mi crecimiento estratégico. Él lleva un año haciéndome estudiar la estrategia. Aunque me parece interesante, no entiendo exactamente por qué, de pronto hace un año empecé clases extra; todo se complica para mí.
Cultura y modales con Lillithia son, honestamente, la mejor clase del día. A veces logro obtener acceso a su ropa sin que nadie lo note. Su olor es increíble y me vuelve loco. Historia y magia con mi tutor; las clases de magia son las más interesantes, honestamente; me da curiosidad este nuevo mundo y a dónde me llevará la vida. El arte de la espada y estrategia con mi padre; aunque las clases con él me gustan, me resultan bastante exigentes. En general, todo se vuelve más fácil con la ayuda de Kael, pero por decisión de mis padres, el peli azul no asiste a las clases específicas de noble. Y eso no se alinea con sus intereses, así que todos parecen estar de acuerdo excepto yo pero no digo nada.
Miro por la ventana del carruaje; el paisaje se despliega ante mí como un cuadro hermoso. A lo lejos, la capital del reino se erige imponente. El aire llega cargado del aroma a madera y piedra, con un leve toque de humo de chimeneas que parece flotar en la distancia. Los muros de piedra, altos y robustos, se extienden como guardianes a mi alrededor, creando una dualidad de seguridad y encierro.
Desde esta distancia, las calles laberínticas son solo un susurro de vida; las casas con techos de teja oscura y paredes de tonos terrosos parecen estar apretadas unas contra otras, compartiendo secretos que se pierden en el aire. El gran complejo palaciego se alza en el centro, su majestuosidad apenas visible, pero aún así impactante desde aquí. Las altas torres parecen querer tocar el cielo. La luz del sol juega en su fachada, creando contrastes que resaltan la textura de la piedra, añadiendo un brillo casi mágico.
—Lucete —comienza mi padre, sacándome de mi imaginación.
—¿Eh? —mi tono suena algo aturdido ya que no entendí exactamente a qué se refiere.
—Allá estarán todos los hijos de los nobles, incluidos los Hargrove. Que no te tiemble la mano si te encuentras con él —el tono de voz de mi padre es frío y calculador como si detestase a los otros nobles—. No muestres piedad; las espadas son de madera: golpeas con fuerza.
Tragué saliva y contesto a lo que mi padre acaba de decir—. No te defraudaré, padre.
—Lo sé —mi padre acaricia suavemente mis cabellos color fuego y continúa—. Solo quiero que los nobles conozcan el futuro de la casa Holloway.
—Está bien, padre ¿Me das algunos consejos? —sonrío a pesar de la presión; la conexión con Holloway me ha demostrado que no todos los padres son iguales a ese desgraciado.
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Kami No Koroshi-ya
De TodoHola, soy Kaito Shirogane. Esta es la historia de mi muerte tras una serie de sucesos trágicos y mi reencarnación en un mundo totalmente diferente. Al principio, pensé que podría descansar después de suicidarme en el hospital, pero eso estaba muy le...