✦ Gabriel Hernández, un joven oficinista con una vida aparentemente común, se ve envuelto en un giro inesperado del destino cuando salva a Sakura Izumori de ser atropellada por un camión. Para su sorpresa, descubre que Sakura no es una simple chica...
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Gabriel y Sakura llegaron finalmente a la casa de seguridad del padre de ella. Al entrar, Gabriel observaba asombrado el lugar. El espacio era mucho más grande que el apartamento donde vivía.
La casa de seguridad era una construcción robusta y moderna, con paredes de ladrillo gris y grandes ventanas que permitían la entrada de luz natural. El interior era elegante pero funcional, diseñado para ofrecer protección sin perder comodidad. Los muebles de madera oscura contrastaban con el blanco de las paredes, y el lugar estaba equipado con lo necesario para largas estancias. En una esquina de la sala principal, una estantería llena de libros descansaba junto a una chimenea de piedra. Un gran sofá de cuero negro ocupaba el centro de la sala, acompañado de una mesa baja de cristal. Sobre una de las mesas destacaba un libro grueso con cubierta marrón y título en dorado que parecía haber sido leído muchas veces: Estrategias de Batalla en Tiempos de Guerra.
Fiel a su palabra, Hayate los había dejado en la casa tras una breve charla. Con tono serio, advirtió a Gabriel que, si alguna vez hacía algo para dañar a su hija, enviaría a sus hombres tras él. Ahora, ambos estaban solos en la casa de seguridad, desempacando sus pocas pertenencias. No les llevó mucho tiempo; después de todo, no tenían mucha ropa ni cosas que llevar consigo. Todo lo que una vez habían poseído había quedado reducido a cenizas en el incendio de días atrás. Gabriel no se sentía particularmente feliz, pero tampoco triste. Estaba sumido en una mezcla de emociones que lo mantenían en un estado neutral.
Mientras doblaba la ropa que había logrado conseguir, sintió un escalofrío recorrer su nuca, erizándole los vellos de la piel. Cerró su maleta y, casi como por instinto, levantó la mirada hacia una estantería llena de libros, buscando algo interesante. Entre los volúmenes, uno en particular llamó su atención. Era un libro pequeño, negro, con la tapa desgastada y las letras doradas apenas visibles. Gabriel se acercó, curioso, y leyó el título con dificultad: Diario de Hayate.
Sin dudarlo, lo sacó del estante y lo abrió. Mientras lo hojeaba, su mirada se detuvo en una entrada en particular. La fecha le pareció importante, aunque no entendía del todo por qué. Volvió la vista hacia Sakura, quien estaba ocupada desempacando sus cosas, antes de concentrarse nuevamente en el diario y comenzar a leer con creciente curiosidad. A medida que avanzaba en la lectura, Gabriel se dio cuenta de que aquel diario podía contener respuestas a preguntas que nunca se había atrevido a hacer. ¿Por qué Hayate parecía sentir tanto desprecio por los humanos? Era algo que lo inquietaba desde que lo conoció, y tal vez esas páginas ocultaban las razones detrás de ese odio profundo. Mientras leía, se dejó absorber por las palabras de aquel hombre, ansioso por descubrir las sombras del pasado que atormentaban a Hayate.
11 de octubre de 1940
Hace exactamente un año que comenzó la Segunda Guerra Mundial entre Alemania y Francia. Y hace un mes que mi escuadrón fue capturado por los nazis. En todo este tiempo no he visto rastro de ellos. Todas las noches, antes de dormir, me pregunto si aún estarán vivos. Hoy, en el desayuno...
