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Los días se convirtieron en semanas y la relación entre Felix y Hyunjin continuó floreciendo. La nueva dinámica que habían establecido les permitió conocerse de una manera más profunda y honesta. Cada encuentro estaba lleno de pequeños momentos de ternura que reforzaban el vínculo que compartían.

Una tarde, mientras Felix estaba sentado en el sofá, revisando algunas fotografías de su día en el parque, Hyunjin entró en la habitación con una expresión de emoción en su rostro.

-¿Te gustaría hacer algo especial esta noche? -preguntó, con una chispa en los ojos.

Felix levantó la vista, intrigado. Desde que habían empezado a explorar su nueva relación, se había sentido más libre de compartir sus pensamientos y deseos.

-¿Qué tienes en mente? -respondió, sintiendo que su corazón latía más rápido.

Hyunjin sonrió y se sentó a su lado, inclinándose un poco más cerca.

-Estaba pensando en una noche de películas. Pero esta vez, quiero que tú elijas. Quiero que sientas que tienes el control -dijo, acariciándole la mano suavemente.

Felix sintió un cosquilleo de emoción recorrer su cuerpo. La idea de elegir las películas significaba que Hyunjin estaba dispuesto a entregarse a su mundo.

-¡Me encantaría! -exclamó Felix, sonriendo. -Podemos hacer palomitas y elegir algo divertido.

Hyunjin se rió, su risa era como música para los oídos de Felix.

-Por supuesto, yo me encargaré de las palomitas. Tú elige las películas.

Mientras Felix buscaba en la biblioteca de su computadora, decidió que quería una mezcla de comedia y algo romántico. Después de elegir un par de películas, se acomodaron en el sofá con un tazón de palomitas entre ellos. La atmósfera era cálida y acogedora, y Felix no podía dejar de sonreír al ver la felicidad en el rostro de Hyunjin.

A medida que avanzaba la noche, se perdieron en la historia de las películas, riendo y comentando sobre las escenas. Hyunjin se aseguraba de que Felix estuviera cómodo, ajustando las mantas y acercándolo más a su lado. Cada pequeño gesto hacía que Felix se sintiera cada vez más amado y seguro.

En un momento de la película, Felix se sintió valiente y decidió tomar la iniciativa. Se giró hacia Hyunjin, mirándolo a los ojos.

-Hyunjin, me gusta cómo me haces sentir. Quiero seguir explorando nuestra dinámica. No quiero que esto se detenga -dijo con sinceridad.

Hyunjin se quedó en silencio por un momento, y Felix sintió una punzada de nerviosismo. Pero luego, una amplia sonrisa se dibujó en el rostro de Hyunjin.

-Me alegra escuchar eso, pequeño. Lo que estamos construyendo es especial, y estoy aquí para apoyarte en cada paso -respondió, acariciando la mejilla de Felix con ternura.

Esa noche, la conexión entre ellos se profundizó aún más. Las palabras de Hyunjin resonaban en el corazón de Felix, haciéndolo sentir valorado y querido.

Después de las películas, se acomodaron de nuevo en el sofá. Felix sintió la necesidad de ser más cercano a Hyunjin, así que se movió un poco más cerca, buscando su calor. Hyunjin, al notar el movimiento, lo atrajo hacia él, envolviendo su brazo alrededor de sus hombros.

-¿Quieres que te cuente una historia, pequeño? -preguntó Hyunjin, su voz suave y reconfortante.

Felix asintió, sintiéndose emocionado por la idea de que Hyunjin le contara algo.

-Bueno, había una vez un príncipe que encontró a un pequeño dragón en el bosque. El dragón era tímido y se sentía solo, pero el príncipe vio su belleza y decidió cuidarlo. Con el tiempo, el dragón aprendió a confiar en el príncipe y juntos vivieron muchas aventuras -comenzó Hyunjin, su voz melodiosa llenando la habitación.

DADDYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora