El Primer Encuentro
La relación entre Felix y Hyunjin había evolucionado significativamente en las últimas semanas. La conexión emocional que habían construido les permitía explorar su intimidad de maneras que nunca antes habían imaginado. Desde que comenzaron a practicar la dinámica daddykink, habían encontrado un espacio donde ambos se sentían cómodos y libres para ser quienes realmente eran.
Una noche, después de una cena deliciosa y muchas risas, se encontraron en el sofá, las luces atenuadas y la música suave de fondo. Felix sentía que su corazón latía con fuerza al mirar a Hyunjin, quien lo observaba con esos ojos llenos de deseo.
—Felix —comenzó Hyunjin, su voz suave y seductora—. Quiero que esta noche sea especial para nosotros.
Felix tragó saliva, sintiendo un cosquilleo de anticipación. Había estado pensando en esto, y aunque el nerviosismo era palpable, su corazón le decía que estaba listo.
—Claro, ¿de qué se trata? —respondió, intentando mantener la calma.
Hyunjin se acercó un poco más, inclinándose hacia él. El aroma familiar de su colonia llenó el aire, haciendo que Felix se sintiera seguro y emocionado.
—Quiero que esta noche juguemos un poco más —dijo Hyunjin, acariciando suavemente el brazo de Felix—. Solo tú y yo. Quiero que te relajes y me dejes cuidar de ti.
El corazón de Felix latió con fuerza ante esas palabras. La idea de ser el pequeño de Hyunjin lo emocionaba, y no podía evitar sonreír al pensar en lo que eso significaba. Habían estado practicando esa dinámica durante semanas, y cada vez que lo hacían, su conexión se hacía más profunda.
—Sí, daddy —respondió Felix, sintiendo una oleada de calidez al pronunciar esas palabras.
Con una sonrisa, Hyunjin se acercó y tomó el rostro de Felix entre sus manos, sus ojos fijos en los de él.
—Eres tan hermoso, pequeño —murmuró Hyunjin antes de inclinarse y darle un suave beso en los labios.
El beso comenzó delicadamente, pero pronto se volvió más intenso, llenando a Felix de una mezcla de emoción y deseo. Cada caricia y cada roce lo hacían sentir más conectado con Hyunjin.
—Quiero que te sientas completamente a gusto, así que dímelo si en algún momento necesitas algo, ¿entendido? —dijo Hyunjin, su voz firme pero suave al mismo tiempo.
—Entendido, daddy —respondió Felix, sintiendo que su confianza crecía.
Hyunjin comenzó a explorar el cuerpo de Felix con suavidad, deslizándose de sus labios a su cuello y luego bajando por su pecho. Felix se estremecía ante cada contacto, su piel erizándose de placer. Con cada roce, se sentía más en casa, más amado.
—¿Te gusta esto, pequeño? —preguntó Hyunjin mientras continuaba sus caricias, asegurándose de que cada movimiento fuera perfecto.
—Sí, daddy. Me encanta —contestó Felix, su voz un susurro lleno de deseo.
Finalmente, cuando el deseo se convirtió en algo incontrolable, Hyunjin se quedó frente a Felix, sus ojos llenos de amor y deseo.
—Te amo, Felix. Quiero que esto sea especial para ti —dijo, asegurándose de que ambos estuvieran en la misma página.
Con un gesto suave, Hyunjin le dio un beso en los labios antes de guiar a Felix a la cama. La suavidad de las sábanas y la calidez del ambiente los envolvieron, creando un espacio seguro para que ambos se entregaran a este nuevo capítulo de su relación.
—Ahora, pequeño, quiero que te relajes y me dejes cuidar de ti —dijo Hyunjin, su voz grave llenando la habitación.
Felix sintió un escalofrío recorrer su espalda, pero en lugar de temor, lo invadió una oleada de emoción. Cada palabra de Hyunjin lo hacía sentir seguro y deseado. Era como si se estuviera entregando a un mundo donde podía ser vulnerable y al mismo tiempo, fuerte.
Con cada beso y cada caricia, Hyunjin se aseguró de que Felix se sintiera amado y protegido. La conexión entre ellos se profundizó de maneras que nunca habían imaginado, y Felix supo que este era solo el comienzo de su viaje juntos.
Con una mezcla de ternura y deseo, Hyunjin guió a Felix en una exploración más profunda de su intimidad, asegurándose de que cada momento fuera especial y significativo. Felix se entregó por completo, sintiendo la magia de cada instante, sabiendo que estaba exactamente donde quería estar.
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La habitación estaba llena de una atmósfera cargada de anticipación. Felix, con el corazón latiendo a mil por hora, se acomodó en la cama mientras miraba a Hyunjin, su daddy. Habían estado hablando sobre este momento durante semanas, explorando sus límites y deseos, y ahora finalmente estaba aquí.
—¿Estás listo, pequeño? —preguntó Hyunjin, sus ojos llenos de ternura y deseo.
Felix asintió, sintiendo una mezcla de nerviosismo y emoción. Había confianza entre ellos, y sabía que Hyunjin lo cuidaría. Con un suave movimiento, Hyunjin se acercó, besándolo con dulzura, dejando que la pasión fluyera entre ellos.
Cuando Hyunjin comenzó a embestir, Felix sintió un ligero dolor al principio, una sensación de incomodidad que lo hizo gemir. Sin embargo, el dolor rápidamente se desvaneció, siendo reemplazado por una ola de placer que comenzaba a invadir su cuerpo. Cada embiste de Hyunjin lo hacía sentir más y más deseado, su cuerpo se adaptaba a la presencia de su daddy.
Felix, sintiendo la intensidad del momento, agarró con fuerza el brazo de Hyunjin, mientras mordía su labio inferior para contener un gemido que amenazaba con escapar. El contacto físico lo conectaba aún más con él, y en su mente, solo existía Hyunjin.
—Eso es, pequeño —susurró Hyunjin, sintiendo cómo la presión de las manos de Felix en su brazo aumentaba, un signo claro de la entrega de Felix a ese momento. —Dame todo lo que tienes.
A medida que la pasión aumentaba, los gemidos de Felix se transformaron, comenzando como pequeños sonidos de incomodidad hasta convertirse en exclamaciones de placer. La conexión entre ellos se hacía más fuerte, y cada movimiento se sentía como una promesa de amor y deseo.
Hyunjin, notando cómo Felix comenzaba a disfrutar de la experiencia, aceleró su ritmo, empujando a Felix hacia un estado de éxtasis.
—Eres tan hermoso, Felix —dijo Hyunjin, su voz llena de admiración mientras se sumergía más en el momento.
Felix se sintió completamente consumido por la experiencia, sus sentidos estaban en llamas. La habitación giraba a su alrededor, pero en el fondo de su mente, sabía que estaba exactamente donde quería estar, entre los brazos de Hyunjin.
La noche avanzó, y el placer se intensificaba con cada embiste. Felix se entregó por completo, sintiendo que cada parte de su ser resonaba con la de Hyunjin.
El deseo los envolvía, y en medio de la intensidad del momento, Felix sintió que su corazón estallaba de felicidad. Había encontrado un amor que lo aceptaba y lo impulsaba a explorar su verdadero yo.
Mientras la noche llegaba a su clímax, Felix supo que este era solo el comienzo de una nueva etapa en su vida y su relación.
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DADDY
FanfictionLee Felix, considerado "poco atractivo" en su escuela secundaria, sufre de bullying y constantes agresiones físicas, lo que ha debilitado su autoestima. Un día, su madre, buscando darle una vida mejor, toma una decisión inesperada: comprometerlo con...